Baja California celebra un acontecimiento sin precedentes: el primer nacimiento registrado de un chorlo nevado (Anarhynchus nivosus) dentro de la Reserva Natural Punta Mazo, ubicada en San Quintín
SAN QUINTÍN.- Baja California celebra un acontecimiento sin precedentes: el primer nacimiento registrado de un chorlo nevado (Anarhynchus nivosus) dentro de la Reserva Natural Punta Mazo, ubicada en San Quintín.
Esta área protegida, administrada por la organización Terra Peninsular, representa uno de los últimos refugios costeros protegidos para esta especie catalogada como amenazada en México según la NOM-059-SEMARNAT-2010.
El avistamiento del polluelo fue realizado durante un recorrido de monitoreo en Playa Chorlo al interior de la Reserva Natural Punta Mazo por parte de guardaparques de la organización.
Este nacimiento no solo simboliza la esperanza de recuperación para el chorlo nevado al encontrarse con un área sin impactos producidos por el ser humano, sino que también confirma la efectividad de los esfuerzos de protección y manejo del hábitat que se han implementado en esta área protegida.
"Trabajar en pro de la conservación del chorlo nevado en la península de Baja California es una experiencia muy gratificante. Estos resultados nos dan esperanza y motivación para seguir sumando esfuerzos de conservación para esta y muchas más especies amenazadas.
Cada esfuerzo por proteger tanto al chorlo nevado como sus sitios de descanso y reproducción es un paso hacia un futuro donde la belleza de la naturaleza y la diversidad de la vida silvestre sigan presentes en nuestras vidas. De la misma manera, siempre deja un sentimiento muy conmovedor el participar en actividades que pretenden sembrar el sentido de conservación en la comunidad”,expresó el Guardaparque Rafael Monge.
Además de las acciones en Punta Mazo, Terra Peninsular ha liderado un programa de mejoramiento del hábitat en otros sitios clave conocidos para la reproducción de esta especie, como Laguna Figueroa, también en San Quintín. Durante 2023 y 2024 previo al inicio de la temporada de anidación (abril a agosto), se dispersaron conchas de ostión —provenientes de la producción ostrícola local— y tratadas previamente con baños de sol prolongados para crear un entorno más favorable para la anidación, proveyendo las condiciones que el chorlo necesita para camuflar sus nidos y proteger a sus crías de depredadores.
Gracias a las acciones de monitoreo en la Reserva Natural Punta Mazo, ya se han registrado ocho nidos en zonas donde nunca antes se había documentado la reproducción de esta especie.
Esto representa un avance notable para la conservación del chorlo nevado, sin embargo, sólo es el inicio de una serie de acciones que se requieren para incrementar el conocimiento de esta especie en San Quintín y fortalecer su conservación.
Este suceso es evidencia de que la colaboración entre la ciencia, las comunidades locales y las organizaciones ambientales da resultados tangibles.
San Quintín, con su mosaico de humedales, dunas y playas, es un sitio crítico para la biodiversidad costera de México y forma parte de una de las rutas migratorias más importantes del continente. La protección de lugares como la Reserva Natural Punta Mazo no solo beneficia al chorlo nevado, sino también a una amplia red de especies que dependen de estos hábitats.