Una comunidad comca’ac en Desemboque del Seri, Sonora, ha transformado su forma de cultivar alimentos gracias a un sistema de riego alimentado por paneles solares. El proyecto mejora la seguridad alimentaria, impulsa la economía local y demuestra cómo la tecnología puede empoderar a pueblos originarios

Desemboque del Seri, Sonora.- En el árido desierto del norte de México, una comunidad indígena comca’ac ha logrado un avance notable en su lucha por la autosuficiencia alimentaria: huertos familiares impulsados por energía solar.

El proyecto, desarrollado en colaboración con organizaciones civiles y expertos en energías renovables, ha permitido a varias familias instalar sistemas de riego alimentados por paneles solares. Esto ha transformado zonas desérticas improductivas en pequeños huertos de maíz, frijol, chile y plantas medicinales.

“Antes dependíamos totalmente del agua traída o de lluvias escasas, pero ahora podemos sembrar todo el año”, explicó Juanita Romero, habitante y promotora del proyecto. “Es una nueva forma de cuidar nuestra tierra y nuestra gente”.

Además de mejorar la calidad y disponibilidad de los alimentos, la iniciativa promueve prácticas sustentables que respetan el entorno natural y fortalecen la autonomía de la comunidad. Los huertos también se han convertido en espacios de enseñanza para niños y jóvenes, quienes aprenden sobre agricultura tradicional combinada con tecnología limpia.

La experiencia de los comca’ac está llamando la atención de otras comunidades indígenas en el país que buscan modelos replicables para enfrentar los desafíos del cambio climático, el acceso limitado al agua y la inseguridad alimentaria.

Este caso muestra cómo la tecnología, cuando es apropiada y culturalmente sensible, puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo y la resiliencia de los pueblos originarios.