Las fuerzas rusas se lanzaron esta madrugada contra la capital ucraniana, en medio de la invasión a gran escala iniciada el jueves, que incluyó ataques sobre Kiev con misiles de crucero y balísticos
KIEV, UCRANIA.- Las fuerzas rusas se lanzaron esta madrugada contra la capital ucraniana, en medio de la invasión a gran escala iniciada el jueves; misiles y explosiones sonaron con fuerza, mientras el presidente Volodimir Zelensky llamaba a la lucha a todos.
El gobierno de Ucrania dijo que se llevaba a cabo una “guerra de gran escala”. Aseguró haber derribado un aparato ruso sobre Kiev y pidió ayuda; en tanto, los civiles huían.
Cientos de ucranianos, tanto civiles como miembros del ejército, murieron en el primer día completo de combates, y la capital parecía estar cada vez más amenazada.
El presidente Volodimir Zelensky dijo que el gobierno tenía información de que “grupos subversivos” estaban invadiendo la ciudad, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, declaró que Kiev “bien podría estar sitiada”.
“Los ataques sobre Kiev con misiles de crucero y balísticos se reanudaron. Escuché dos poderosas explosiones”, dijo Anton Herashchenko, asesor del Ministerio del Interior, en Telegram.
Funcionarios de Ucrania declararon que habían perdido el control de la planta de energía nuclear de Chernobyl, fuera de servicio. “Después de una feroz batalla, perdimos el control del sitio de Chernobyl”, indicó Mijailo Podoliak, consejero en jefe del despacho de Zelensky.
El mandatario Zelensky lamentó que nadie haya respondido a las aspiraciones de su país de integrarse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). “Nos dejaron solos”, dijo.
En un mensaje a la nación, en el que informó de la muerte de “137 de nuestros héroes, nuestros ciudadanos, 10 de ellos oficiales”, lanzó una crítica a la comunidad internacional. “¿Quién está preparado para luchar a nuestro lado? No veo a nadie. ¿Quién está preparado para garantizar la adhesión de Ucrania a la OTAN? Todos tienen miedo”, recalcó.
“Estoy agradecido con todos los países que brindan ayuda real, no sólo apoyo moral”, continuó, y desmintió que haya abandonado Kiev. “Estoy en la capital, mi familia también está en Ucrania”, recalcó: “Según nuestra información, soy el objetivo número uno del enemigo; mi familia, el segundo. Quieren destruir Ucrania políticamente al destruir al jefe de Estado”, afirmó.
El mandatario dijo disponer de datos sobre grupos de sabotaje enviados por Rusia a Kiev. “Pido a los kievitas tener cuidado, a seguir el toque de queda. Yo permanezco en el barrio gubernamental con todos aquellos que son necesarios para el trabajo del gobierno central”, recalcó.
Abogó por sanciones aún más severas que las impuestas por los aliados occidentales y ordenó una movilización militar completa que duraría 90 días. La medida afectará a las personas sometidas al “servicio militar obligatorio y a los reservistas”, según el decreto.
Concluyó un emotivo discurso diciendo que “el destino del país depende totalmente de nuestro ejército, fuerzas de seguridad, todos nuestros defensores”.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que todas las misiones del primer día de operaciones “fueron completadas con éxito”. El presidente Vladimir Putin anunció la ofensiva durante la madrugada del jueves.
El presidente estadounidense, Joe Biden, dio a conocer restricciones a las exportaciones hacia Rusia y a las importaciones tecnológicas de ese país, así como sanciones contra bancos y magnates rusos. Japón y Canadá decretaron medidas similares en contra de Moscú.
También la Unión Europea (UE) decidió adoptar sanciones con “masivas y severas” consecuencias contra Rusia que se centrarán en sector financiero, energía, transporte, control de exportaciones y restricciones de visados. El paquete de sanciones “hará aumentar la inflación, acelerará la salida de capitales y afectará progresivamente la base industrial” de Rusia, indicó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El presidente francés, Emmanuel Macron, quien habló con Putin durante la jornada para pedir el final inmediato de la ofensiva, apuntó la importancia de las sanciones, pero también de “dejar abierto el camino” a un eventual diálogo, cuando “se cumplan las condiciones”.