El albergue de Pueblos Sin Fronteras se encuentra en Mariano Matamoros. Interpusieron una queja por lo que afirman fue abuso de autoridad ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Redacción/ HIPTEX

TIJUANA.- Un elemento de la Marina Armada de México irrumpió violentamente en el albergue de Pueblo Sin Fronteras en el Mariano Matamoros, la noche del pasado jueves 28 de febrero, aseguró Pueblo Sin Fronteras en un comunicado de prensa que acompañó con el testimonio en video de quien se identificó como Karen Martínez, una madre soltera hondureña que busca asilo político en Estados Unidos.

“No hay ninguna seguridad; no estamos más seguros que en Honduras, estamos casi igual o peor. El agente me seguía apuntando, los niños quedaron traumados. Se siente feo que los niños en la noche me dijeran que no querían que me mataran”, aseguró Karen Martínez.





De acuerdo al comunicado, un marino que buscaba a un hondureño que por miedo a malos tratos se refugió en el albergue al ver la unidad oficial, ingresó de manera arbitraria al sitio, apuntó con su arma a centroamericanos ahí resguardados y los amenazó diciendo que podía matarlos por el simple hecho de ser centroamericanos.

Ante ello, Pueblo Sin Fronteras presentó una queja sobre lo que calificó como abuso de autoridad el miércoles 6 de marzo ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

“Pedimos a la CNDH, Amnistía Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos tomar medidas cautelares para proteger la integridad física de los defensores de los derechos humanos y los habitantes de nuestro refugio, y que el gobierno tome medidas para poner fin a la ola de xenofobia y racismo que ya ha costado la vida de dos jóvenes centroamericanos en Tijuana”.

A continuación la narración que hizo Pueblo Sin Fronteras sobre el incidente:

El Jueves 28 de febrero de 2019, a las 8:00 de la noche, un vehículo de marinos mexicanos se acercó al refugio migrante de Pueblo sin Fronteras en Mariano Matamoros. Un hombre hondureño, cuando vio a los marinos acercándose, prefirió entrar en el refugio porque anteriormente había sido golpeado y detenido arbitrariamente por las fuerzas de policía mexicanas.

“Uno de los marinos entró en el refugio sin permiso o una orden de búsqueda, apuntando su rifle de asalto y amenazando a la gente en el refugio, que estaban terminando una comida”.

El marino señaló su arma directamente a una madre soltera hondureña y sus hijos que estaban viviendo allí mientras esperaban su turno para buscar asilo en Estados Unidos.

Aterrorizada, ella levantó las manos para que no le disparara y le preguntó lo que estaba pasando. El marino le gritó que se moviera a la parte de atrás del refugio, diciendo que podía matarlos si quería sólo porque eran centroamericanos.

Sus hijos estaban traumatizados y lloraron toda la noche sin dormir, diciéndole a su madre que no querían que la mataran.

Después de que buscó a uno de los migrantes y no encontró nada ilegal, se fue. Al día siguiente, la madre y los niños fueron a buscar asilo en Estados Unidos, pero días más tarde fueron devueltos a Tijuana para esperar el fallo de la corte en México, “donde las autoridades lo habían amenazado tan horriblemente”.

“El nuevo gobierno mexicano es responsable de criminalizar la ayuda humanitaria, los defensores de los derechos humanos y los propios pueblos migrantes. La verdad es que México sigue violando los derechos de los migrantes y todavía tiene una política represiva de la disuasión y la criminalización impuesta por los Estados Unidos”. (lgs)