No incluir a Ensenada provocaría desventaja para el puerto.

Lucía Gómez Sánchez/ HIPTEX

TIJUANA.- Si bien la iniciativa de Zona Libre planteada por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador es positiva para la región, falta claridad sobre el mecanismo de aplicación “y definir las letras pequeñas”, consideró Ricardo Cortez Sánchez, académico de posgrado en IBERO Tijuana.

El profesor de la Maestría en Gestión y Políticas Públicas de la Universidad Iberoamericana Tijuana dijo que faltará ver qué sucede por ejemplo con Ensenada, que se encuentra más allá de la distancia de integración de zona fronteriza y que también quiere verse impactada positivamente con los beneficios.

La semana pasada el Congreso del Estado aprobó la iniciativa para incluir a Ensenada en la Región Fronteriza, lo que le permitía gozar de los beneficios de la Zona Libre anunciada por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador.

Dichos incentivos contemplan reducción del IVA al 8 por ciento; ajuste del ISR al 20 por ciento; implementación del salario mínimo a 100 pesos y homologación de los precios de las gasolinas con el Sur de California.  Sin embargo, la medida aún deberá ser aprobada por el Congreso de la Unión.

El académico opinó que de no implementarse también en Ensenada el programa de Zona Libre, dicho municipio bajacaliforniano podría verse impactado negativamente con el diferencial, sólo por no estar en el perímetro de distancia que marca la franja fronteriza.

En lo que respecta a las cuatro ciudades que sí entran en dicha denominación, lamentó que no exista aún un reglamento municipal en cada una para atender la relación y actuar en consecuencia de las nuevas medidas que entrarán en vigor para aprovecharlas al máximo.

Antes ya hubo un fuerte beneficio federal con este tipo de regulación, pero Estado y municipios se mantuvieron pasivos y la coyuntura no se aprovechó como se hubiera podido, planteó.

Recordó el caso de la avenida Revolución en Tijuana, que casi muere una vez que cayó la zona franca y ahora todavía trata de recuperarse.

Hay entusiasmo como en los 90, pero también peligro de que la carencia de regulación local se mantenga sin incentivos, insistió.

En un primer momento, lo que la Zona Libre provocaría en su contexto de aplicación, sería la generación de más empleo, aunque difícilmente mejor pagado y con las reducciones de impuestos un poco más de flujo para incentivar el consumo por efecto de sustitución, tanto en número como en calidad, pero eso también podría ocasionar una espiral inflacionaria por especulación, lo que se debe evitar actuando con mesura. (lgs)