Los jóvenes residentes de esta región la prefieren a la “tierra de panteón” que se cultiva y trafica en México.

TIJUANA.- Desde hace diez años, la región fronteriza Tijuana - San Diego, presenta casos de personas con trastornos mentales producto del consumo de la marihuana manipulada genéticamente que se vende en dispensarios del “otro lado” a raíz de que se aprobase su venta para uso médico.

Se trata de una situación muy especifica que se registra en esta región, señala el doctor Paulo Pombo Márquez, Coordinador del Programa de Adiciones del Hospital de Salud Mental de de Tijuana, y que tiene que ver directamente con la manipulación de la cannabis que se vende en San Diego.

Para el especialista, la legalización de la marihuana para uso recreativo que entrara en vigor este año en California, no representa un riesgo mayor para Tijuana y Baja California, “el problema se presentó desde hace diez años, cuando se aprobó el uso médico de esta droga en California”.

Muchos de los que consumen marihuana en Tijuana, desde hace diez años la compran en San Diego, y aunque reconoce que pudiera darse un incremento de consumidores de la marihuana americana, el problema ya existe desde hace diez años.





Refiere que a diferencia de la marihuana Sativa, la natural que se cultiva y trafica en México, la marihuana americana es manipulada genéticamente y sus efectos en quienes abusan en su consumo se reflejan en los cuadros psicóticos que se les detecta al ser atendidos para su rehabilitación.

Paulo Pombo explica que mientras la marihuana mexicana tiene un 3 por ciento de THC o Tetrahidrocannabinol, el principal compuesto psicoactivo del cannabis, en la que se manipula genéticamente en Estados Unidos puede ir del 35 al 80 por ciento.

Y sus efectos en quien la consume la ejemplifica con cerveza. “Si te tomas una cerveza con 4 por ciento de alcohol, no pasa gran cosa, pero si tomas otra con 40 por ciento de alcohol si te va a afectar, aunque técnicamente se le siga llamando cerveza los efectos son muy distintos”.

La marihuana producida en Estados Unidos está manipulada genéticamente y genera trastornos paranoicos con cuadros depresivos y que son muy típicos en pacientes con problemas de adiciones en esta parte del mundo, algo que no ocurre en Europa, en México o incluso en otras regiones de Estados Unidos, donde la marihuana que se consume es la Índica o la Sativa, ambas naturales y con efectos mucho menos agresivos para la salud de quienes la consumen.





Por ello, Paulo Pombo sostiene que el problema causado por el consumo de esta marihuana genéticamente manipulada en Tijuana se viene arrastrando desde hace diez años y no no es cierto que pudiera detonarse a partir de que en California se autorizara su consumo recreativo.

Refiere que en 2013, varias autoridades realizaron una investigación en San Diego, en los dispensarios autorizados para la venta marihuana para uso médico y encontraron que de cada 10 que compraban la droga “para consumo medico”, en realidad nueve lo hacían para consumo recreativo y en no pocos casos para cruzarla a Tijuana, 

Señala que desde siempre ha habido un importante tráfico de marihuana de México a Estados Unidos, pero desde la legalización de la fines médicos se empezó a dar un tráfico hormiga de Estados Unidos a México.

Los jóvenes, de ambos lados de la frontera, prefieren la marihuana americana, porque tiene efectos psicóticos mucho más fuertes que la marihuana mexicana, a la que en forma despectiva llaman “tierra de panteón” o “zorrilla”.

Sin embargo, los consumidores de mayor edad en Estados Unidos, siguen prefiriendo la marihuana mexicana y por ello sigue habiendo esa demanda y el consiguiente tráfico hacia el vecino país.

Al margen del tema de si se debe o no despenalizar el uso de la marihuana en México, Paulo Pombo cuestiona el consumo de la marihuana americana que es manipulada genéticamente y cuando se abusa en su consumo o se empieza a consumirla en la adolescencia ocasiona graves trastornos mentales, además de ser altamente adictiva.

Afirma que la marihuana que se vende legalmente en Estados Unidos es tan laboratorialmente modificada que es posible comprar “palomitas”, “dulces”, “chocolates” y una amplia variedad de productos comestibles con altas concentraciones de THC, que causan efectos psicóticos en quienes los consumen.





En su labor profesional, Paulo Pombo ha atendido a pacientes que viven en otra realidad, con delirios de persecución, de daño, de grandeza, de temor a morir, y el daño en mucho más grave si tienen una predisposición genética a esta o cualquier otra droga.

HSM, UNA OPCIÓN 

Para atender esta realidad, el HSM de Tijuana, desde hace siete meses abrió la clínica y programa de adiciones para atender esta problemática que se enfrenta a diario a ambos lados de la frontera, señala la doctora Marcela Romo Guardado, Directora Médica de la institución.

No se sabe si aumentará la problemática con la legalización de la marihuana para uso recreativo en California y la facilidad de que residentes de Tijuana tengan para adquirirla y consumirla.

Pero recordó que la marihuana es la droga de mayor consumo en el mundo entero, pero el fenómeno de trastornos mentales inducidos por el consumo de la marihuana americana es muy especifico y serio en esta región del mundo.

Por ello, el HSM además de contar con una clínica para atender a personas con problemas de adicciones, trabaja en el tema de la prevención con platicas en escuelas, empresas o donde los invitan.

Para finalizar, Paulo Pombo refiere que la industria de la marihuana en Estados Unidos es considerado uno de los negocios más rentables para los próximos 10 años. Y como ejemplo, refirió el dato que el año pasado los estadounidenses gastaron más en marihuana que en comida chatarra, como son los Doritos y otras frituras.

La venta de la marihuana genéticamente manipulada, vaticina, está dirigida a convertirse en un producto como la Coca Cola, con toda su mercadotecnia incluida.