Durante 30 años la colonia soportó lluvias e incluso temblores, aseguran familias que perdieron sus viviendas.

TIJUANA.- Para las familias que perdieron sus viviendas por el deslizamiento de tierra en la colonia Lomas del Rubí, no hay duda que la tragedia que viven desde el viernes pasado es responsabilidad de la empresa constructora Grupo Melo.

El jueves pasado, poco después de las 4 de la mañana comenzó la tragedia.

Un fuerte estruendo despertó a los residentes de esta colonia con más de 30 años de existencia.

Horas después se darían cuenta que el ruido fue el uso de explosivos controlados por la empresa Grupo Melo, que en desde hace meses construye el Fraccionamiento Valle del Pedregal, en la parte baja del cerro afectado por el movimiento de tierra que la constructora realizó sin control alguno.

“Aquí henos estados desde hace 30 años… hemos pasado lluvias intensas, temblores…”, refiere una señora afectada por el derrumbe.

“Quién lo iba a pensar que después de 30 años perderíamos nuestro patrimonio… pero la vida te cambia todo muy drásticamente”, interviene otra mujer mientras se dirige a su destruida vivienda para rescatar algunas de sus pertenencias.





Gustavo de la Cruz, como otros de los afectados, demanda de las autoridades una respuesta pronta y efectiva. Asegura que los responsables de su tragedia es la empresa Grupo Melo.

Hicieron que tronara la red de agua y drenaje, con los movimientos de tierra que hicieron para construir su fraccionamiento, acusa, al tiempo que pide al alcalde Juan Manuel Gastélum actuar con energía contra quienes considera son los responsables que más de 100 casas se hayan desplomado.

Lomas del Rubí es una zona de desastre. La rampa que unía la parte alta con la baja ha quedado partida en cinco debido al desplome. Más de 10 metros de profundidad dejó el derrumbe que se observa a simple vista, al menos en la parte en que se colapsó la rampa de concreto.

Casas de madera, bloque, de uno o dos pisos, se encuentran destrozadas o afectadas en la parte del deslizamiento, sin embargo, decenas de viviendas están en peligro de correr la misma suerte tarde que temprano.

Sobre el inestable terreno se observan las grutas que conforme pasan los días se abren más y más.

En la zona de desastre, postes de energía eléctrica, cables, árboles caídos, redes de agua y drenaje rotas y con ligeros escurrimientos, forman parte del desolador paisaje en la parte del deslizamiento.

Hombres, mujeres y niños, desde el lunes se dieron a la tarea, con la autorización de las autoridades, de buscar en sus casas destruidas algunas pertenencias, en un intento de recuperar parte de su patrimonio.

Desde lo alto, las familias afectadas señalan el Fraccionamiento Valle del Pedregal, que Grupo Melo construye desde hace el año pasado. 





Señalan los cortes que la constructora le hiciera al cerro y que, sin ser expertos en movimiento de tierras, consideran es la causa de la tragedia que viven.

“Aquí hemos vivido por más de 30 años, hemos vivido lluvias fuertes e incluso hasta un temblor… pero desde que llegó Melo allá abajo todo ha cambiado”, se lamentan.