Pueden provocar envenenamientos potencialmente graves y el riesgo aumenta durante el verano. Llaman a prevenirlos.

Redacción/ HIPTEX

Los envenenamientos provocados por la picadura de arañas son eventos potencialmente graves y letales, advirtió Eduardo Altamirano Aceves, responsable de Zoonosis y Vectores en la Jurisdicción Sanitaria Número Dos.

Son intoxicaciones agudas que constituyen una emergencia médica, para las cuales existen antídotos efectivos, siempre y cuando se actúe oportunamente, por lo que son tratables, pero también prevenibles.

Expuso que ante la picadura de cualquiera de estos insectos se debe de acudir a los servicios de salud, evitar los remedios caseros y no automedicarse, debido a que se podrían agravar o distorsionar los síntomas, lo que dificulta la atención médica.

Existen antídotos para la preservación de la vida de las personas afectadas, aunque lo ideal es evitar estos incidentes.

Recordó que en la temporada de verano aumenta la cantidad de insectos, lo que obliga a reforzar las medidas de prevención para evitar la picadura de éstos y víboras en los domicilios.

Es importante que la población mantenga limpios sus patios, libres de escombros, muebles o llantas viejos, además de fumigar por lo menos una vez al mes todos los rincones o lugares oscuros que es donde se refugian estos insectos, insistió.

En el hogar, dijo, la recomendación es proteger debajo de las puertas de las casas para evitar el ingreso de insectos, no caminar descalzo, alejar las camas de las paredes, sacudir las prendas y zapatos antes de vestirse, así como la ropa de cama antes de dormir.

Además, aquellas personas que gusten de realizar actividades de montaña o excursiones, deben de notificar a las oficinas de Protección Civil de la localidad, además de utilizar pantalón y manga larga para evitar las mayores afectaciones.

“Cuando se acuda a zonas agrestes es necesario que las personas no molesten a la fauna silvestre, ya sea insectos, víboras, ranas, entre otros; evitar meter las manos en huecos, cuevas, troncos caídos, lugares oscuros y húmedos o por debajo de las piedras; en el campo lo mejor es usar botas y pantalones”, finalizó. (lgs)