El candidato a la gubernatura de Baja California dijo que este proyecto inició desde que Bonilla era directivo de Otay Water
TIJUANA.- Jaime Martínez Veloz declaró que el proyecto de desaladora que se planea instalar para beneficio empresarial y sin consultar a los rosaritenses se comenzó a gestar desde que Jaime Bonilla era funcionario del Agua de Otay en el condado de San Diego.
Al apoyar la candidatura de Felipe Mayoral como aspirante del PRD a diputado por Rosarito, Martínez Veloz también aseguró que su gobierno estatal, en mancuerna con el gobierno municipal del teniente coronel Julián Leyzaola en Tijuana, podrá hacer frente al cáncer de la criminalidad que afecta a los residentes tanto de Tijuana como de Rosarito.
En respuesta a reporteros, Martínez Veloz dijo en Playas de Rosarito que “el señor Bonilla es una gente, disfrazada, que representa a algunos de los sectores estadunidenses que quieren venir a apoderarse de nuestros recursos naturales”.
“Rosarito es, sin solicitarlo, un lugar donde se pretende instalar una planta desaladora que afectaría al medio ambiente, que es un negocio particular, privado, a construirse en medio de la mancha urbana, sin ningún soporte técnico y que es un negocio para empresas trasnacionales”, dijo Martínez Veloz.
Reiteró que la desaladora es un proyecto privado “en el que están involucrados el gobernador del estado y el candidato Jaime Bonilla. La desaladora de Rosarito es uno de los proyectos que hermanan a Kiko Vega con Jaime Bonilla”.
El aspirante a gobernador por el PRD expuso que, entre otras razones, es por eso que Bonilla evade debates, recurre a la retórica de que presuntamente va a ir contra Kiko Vega y dice que las denuncias tienen que ver con encuestas, que ya sabemos el tipo de encuestas amañadas, secretas y opuestas a los resultados de todas las encuestadoras serias.
“Ni Kiko Vega ni Jaime Bonilla, ninguno de los dos, quiere tener una postura pública frente a este tema. ¿Por qué? Porque es un proyecto que va a afectar gravemente las finanzas del estado, y que puede afectar gravemente el medio ambiente”, dijo.
“El señor Bonilla, desde que fue director del distrito de Agua en Otay, Estados Unidos, como funcionario estadounidense, desde ahí empezó a impulsar un proyecto de esta naturaleza”, apuntó.
Por otra parte y siempre en respuesta a reporteros, dijo que los altos índices de crimen que afectan por igual a Tijuana y Rosarito sólo son posibles cuando hay ignorancia, indiferencia o complicidad de las autoridades.