Su trabajo forma parte de una línea de investigación que explora cómo los daños en los procesos regulatorios celulares están relacionados con enfermedades neurodegenerativas, y cómo desarrollar nuevos protocolos para su estudio y eventual tratamiento

ENSENADA.- Desde uno de los centros científicos más vanguardistas del mundo, el científico ensenadense César Fernando Esparza Alvarado, aporta a la medicina del futuro.

Estudiante de la Licenciatura en Ciencias Genómicas de la UNAM, realiza actualmente una estancia de investigación en su último semestre de carrera en la Universidad de California en San Diego (UCSD), bajo la tutoría del Dr. Alexander Chaim.

Su trabajo en el laboratorio forma parte de una línea de investigación que explora cómo los daños en los procesos regulatorios celulares están relacionados con enfermedades neurodegenerativas, y cómo desarrollar nuevos protocolos para su estudio y eventual tratamiento.

“El laboratorio del Dr. Chaim busca entender cómo el daño en los procesos regulatorios afecta el sistema nervioso central. Por ejemplo, analizamos cómo la quimioterapia en algunos casos puede alterar estos procesos y agravar el cáncer" explicó.

El equipo de trabajo en UCSD está compuesto por tres estudiantes de doctorado, dos investigadores visitantes de Tijuana y César Esparza Alvarado, quien es el único especializado en bioinformática, el área que permite convertir los datos biológicos en modelos matemáticos.

“Yo analizo los datos que generan mis compañeros y hago pruebas estadísticas para interpretar resultados. Mi rol es traducir la complejidad biológica al lenguaje matemático, para entender mejor lo que ocurre a nivel molecular”, explica el joven científico.

La bioinformática, agregó, es una manera de comprender la biología usando herramientas computacionales. Comparte un ejemplo de su investigación: la comparación entre neuronas sanas y enfermas, identificando mutaciones específicas que podrían estar vinculadas a enfermedades neurodegenerativas.

“Así como una computadora usa código binario, el cuerpo usa un código de cuatro bases en el ADN. Estudiar cómo se combinan esas bases permite identificar mutaciones relevantes para ciertas enfermedades”.

Explicó que mientras la mayoría de las investigaciones genéticas se enfocan en el ADN, el laboratorio en UCSD trabaja un nivel más arriba: el ARN, una molécula que regula qué partes del ADN se activan en cada tipo celular. Esa es la novedad del enfoque.

Aunque no trabaja directamente con Síndrome de Rett, la condición que vive su hermana, y que lo llevó a la ciencia, Esparza Alvarado afirma que los protocolos que desarrollan en su laboratorio son repetibles y podrían aplicarse a múltiples enfermedades.

“Mucho de lo que hacemos son metodologías nuevas que no existían antes. Ahora las aplicamos a enfermedades específicas, pero son adaptables a muchas más. Por eso su potencial es tan grande" explicó.

El joven científico ensenadense señaló que, a pesar del conocimiento avanzado sobre el ADN, el ARN sigue siendo un campo apenas explorado. Por eso su estudio es tan valioso.

“Del ADN ya sabemos bastante. Pero el ARN es lo que decide qué parte del ADN se usa. Hay muchos tipos de ARN, cada uno con funciones distintas. Y aún no comprendemos todas. Es difícil de estudiar, y más difícil aún es entender cómo las mutaciones en el ARN afectan la salud" expresó.

En ese contexto, su trabajo no solo busca respuestas, sino abrir caminos nuevos.

“Estamos trabajando con daño en ARN, un nivel más arriba. Y es complicado porque todavía no se descubren todas las piezas. Pero si entendemos ese nivel regulatorio, podemos transformar la medicina.”

De Ensenada al mundo

Con solo 23 años, César Fernando Esparza Alvarado personifica la promesa de la nueva ciencia mexicana: audaz, internacional y comprometida con resolver problemas reales desde la investigación.

Su estancia en UCSD es también una señal de que el talento bajacaliforniano puede estar en el centro de la innovación mundial.