Un nuevo estudio revela que permanecer en interiores durante olas de calor extremas no garantiza la seguridad, especialmente en ciudades como Chicago. Se propone un índice de vulnerabilidad al calor para enfrentar los efectos del cambio climático

Las olas de calor no solo están aumentando en frecuencia e intensidad, sino que también representan un peligro incluso dentro de los hogares y edificios. Según un reciente estudio realizado en Chicago, las temperaturas interiores pueden volverse tan peligrosas como las exteriores durante estos eventos extremos.

Este análisis se enmarca en un esfuerzo mayor para desarrollar un índice de vulnerabilidad al calor basado en datos de salud pública, con el objetivo de identificar a las comunidades más expuestas a estos riesgos.

La iniciativa, liderada por el Instituto Buffett y otras organizaciones, busca recopilar datos climáticos, demográficos y de salud para elaborar estrategias que mejoren la resiliencia ante el calor en las áreas más afectadas.

El índice de vulnerabilidad al calor no solo se basará en temperaturas registradas, sino que también considerará factores como la calidad del aire interior y las condiciones socioeconómicas de las comunidades.

“Las soluciones para mitigar los riesgos del calor no pueden ser generalizadas, deben adaptarse a las necesidades específicas de cada comunidad”, afirman los investigadores.