La medida implica disminuir de 48 a 40 las horas laborales semanales, por lo que las compañías deben analizar presupuestos y logística
TIJUANA.- Aunque la reforma laboral que propone la reducción de la jornada de trabajo aún no está aprobada, la recomendación para las empresas es prepararse para ello debido a que es una tendencia mundial el bienestar de los colaboradores.
Lo anterior fue expuesto durante el panel sobre “Reducción de Jornada Laboral y Análisis de Resultados de la Encuesta Exprés” que se llevó a cabo durante la junta mensual de la Asociación de Recursos Humanos de la Industria de Tijuana (Arhitac), que preside Víctor Nolasco.
“La reducción de la jornada está en un proceso de parlamento abierto, el cual termina con las conclusiones que se publicarán el 21 de noviembre, y a partir de ahí se regresa el proyecto a la Cámara de Diputados, de Senadores y a las legislaturas de los estados”, indicó Carlos Martín del Campo, director del Comité Laboral de Arhitac.
A pesar de que es difícil pronosticar si la reforma se aplicará o no en el 2023, dijo, es importante darle seguimiento puntual al proceso, ya que este es el momento para que las empresas hagan sus análisis y sus presupuestos.
“El principal cambio es que las jornadas se reducen de 48 a 40 horas semanales, por lo que las empresas tendrían que reestructurar sus jornadas de trabajo para dar cumplimiento a ese nuevo límite, y no solo en la reducción de horas semanales, sino en todo lo que tiene que ver con tiempos de descanso, rutas de transporte, comedor y las prestaciones que ya se otorgan”, apuntó.
El directivo mencionó que el impacto es de diversas aristas, pues al reducirse la jornada, a partir de la hora 41 se considerarían horas extra, donde las primeras nueve horas se pagan doble y a partir de la hora 10 se pagan triple.
En ese sentido, Martín del Campo refirió que existen empresas que ya comenzaron con las reducciones piloto de la jornada laboral, dado que cada organización tiene necesidades muy particulares, como son los temas de capacitación y entrenamiento.
Por su parte, Enrique Maldonado, miembro del Comité Laboral de Arhitac, señaló que desde el punto de vista económico la reforma es negativa, pero para los colaboradores sería algo positivo al tener más tiempo libre.
“Lo que pueden hacer las empresas es ir preparando el camino, porque la tendencia mundial es la de beneficiar a los trabajadores, de brindar bienestar social”, expresó.
Finalmente, el directivo consideró que nadie se ha pronunciado en contra de la medida, mientras que su aplicación haga sentido y no provoque un desempleo y una mayor informalidad, por lo que la recomendación es tomar precauciones.