La “amlomanía” pudiera repetir la efervescencia política de la “ruffomanía” del 89.

Por: Alberto SARMIENTO REYES / HIPTEX

A diferencia de las dos ocasiones anteriores en las que visitó Baja California como candidato presidencial, mañana Andrés Manuel López Obrador llega a la entidad con las más altas posibilidades de triunfo no solo a nivel estatal sino en el País entero.

El abanderado de la coalición “Juntos Haremos Historia”, que conforman el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Partido Encuentro Social (PES) y Partido del Trabajo (PT), estará, desde la tarde del sábado y todo el domingo recorriendo Tijuana, Playas de Rosario, Ensenada y Tecate.

Pero como nunca antes, en sus dos campañas anteriores, López Obrador viene decidido a sumar Baja California y repetir la hazaña que en 1988 hiciera el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en estas tierras, cuando el priismo no pudo evitar que aquí, en Michoacán, de donde es originario el entonces abanderado del Frente Democrático Nacional (FDN) y el Distrito Federal, se consumara el fraude electoral que prevaleció en el resto del territorio mexicano.

Fue la famosa “caída del sistema”, atribuida a Manuel Bartlet Díaz, hoy uno de los más cercanos colaboradores de AMLO, que junto Cárdenas y otros ex priistas habían formado el FDN. Pero esa es otra historia.

López Obrador llegará a Baja California como puntero de la contienda presidencial de este año.

Hace doce años, AMLO apenas logró sumar poco más de 73 mil votos de los bajacalifornianos. Era el 2006 y el panismo se encontraba en su punto más alto en la entidad. Además, en aquel tiempo en la franja fronteriza caló hondo la campaña que ubicaba a López Obrador como un peligro para México.

En su segundo intento por ser presidente de México, López Obrador volvió a ocupar la tercera posición entre los electores de Baja California. Con la pequeña diferencia que en esa ocasión logró sumar 293 mil 468 votos.

En esas dos contiendas, López Obrador fue el abanderado del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Ya como dirigente moral e indiscutible del partido que formó posteriormente, MORENA, el tabasqueño impulsó la campaña federal intermedia del 2015.

Pese a no tener una figura relevante entre sus candidatos a diputados federales, AMLO logró sumar cerca de 98 mil votos de los bajacalifornianos, y si bien no ganó un solo distrito, se consolidó como la tercera fuerza política en el estado.

Con todos esos antecedentes electorales, y con dos semanas punteando la contienda electoral, López Obrador no viene a Baja California, viene por Baja California.

En todas la encuestas, AMLO aparece como ganador de las preferencias en México, salvo dos entidades federativas, en el resto, incluyendo Baja California, el candidato de “Juntos Haremos Historia”, se ubica como puntero.

Con el empuje de su candidatura, López Obrador se ha convertido en una amenaza para el panismo en la entidad… como ocurriera en 1989 con la ruffomanía, el tsunami de AMLO pudiera arrastrar a los candidatos de MORENA-PES-PT a obtener triunfos en la elección al senado y las diputaciones.

Triunfos inesperados como lo fueron la de los candidatos panistas a diputados locales en 1989.

AMLO conoce como pocos políticos la realidad nacional… viene por Baja California, pero no sólo por la elección presidencial, viene por todo Baja California.