Desde su nueva terraza en las instalaciones de su empresa televisiva, ubicada en la colonia Juárez, el exgobernador Jaime Bonilla diseña y ejecuta su estrategia política ante su sucesora, Marina del Pilar

Por Alberto SARMIENTO REYES / HIPTEX

A cincuenta días de haber dejado el poder, que ostentó solo por dos años, el futuro del exgobernador Jaime Bonilla Valdez sigue siendo un misterio para sus seguidores y detractores.

Lo único cierto hasta este momento, es la confrontación contra su sucesora Marina del Pilar Ávila Olmeda, el apoyo que ostenta de la mayoría de los alcaldes y alcaldesas, pero sobre todo… su nueva terraza.

Durante su gestión, el primer año despachó la mayor parte del tiempo en las oficinas centrales de la Comisión Estatal de los Servicios Públicos de Tijuana (Cespt), donde ordenó se le habilitara una terraza con vista al Bulevar Benitez.

Para su segundo año de gobierno, Jaime Bonilla concretó la mudanza de la mayoría de las dependencias estatales al nuevo Centro de Gobierno en la Zona Este de Tijuana, conocida como el Imos. Igualmente, ordenó se habilitara un terraza en las oficinas del mandatario estatal, con vista al Cerro Colorado y La Presa.

Ahora, como exgobernador, Jaime Bonilla ha ordenado construir una terraza en las instalaciones de su empresa televisiva ubicada en la colonia Juárez. Desde ahí, puede observar la bandera monumental del Cuartel Morelos, Playas de Tijuana y… San Diego.

Desde su nueva terraza, es donde Jaime Bonilla define su estrategia política, los contenidos de sus “editoriales” para respaldar las acciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, así como para responder o cuestionar las acciones de gobierno de su sucesora, la morenista Marina del Pilar.

Fue en esa terraza donde escuchó el mensaje de López Obrador en su mañanera desde el Cuartel Morelos: “Marina no está sola, no está sola, no está sola”. Tres veces para que no quedara duda del respaldo presidencial a la gobernadora de Baja California.

Será hasta inicios del próximo año cuando Jaime Bonilla defina su futuro, porque en palabras del propio López Obrador, es el exgobernador quien deberá definir si regresa al Senado de la República o se incorpora al Gobierno Federal.

Por lo pronto, ya tiene lista una nueva terraza desde donde hacer política. Solo un cargo federal pudiera alejarlo de su nuevo lugar favorito de trabajo.

Pero con cargo federal o sin el, será su nueva terraza desde donde Jaime Bonilla ejerza el liderazgo que aún ostenta en una parte de la Cuarta Transformación y que está decidido a no perder ni ceder.

Seguramente la nueva terraza en la colonia Juárez de Tijuana se habrá de convertir en el epicentro del contrapeso político que enfrentará la gobernadora Marina del Pilar en su recién iniciado sexenio.