La designación de los candidatos al Senado de la República y diputaciones federales está en manos del presidente y el precandidato.

Por Alberto SARMIENTO REYES / HIPTEX

Apenas el pasado 17 de enero, durante su visita a Tijuana, José Antonio Meade pidió al priismo de Baja California unidad para, ahora sí, luego de 30 años, ganar una elección presidencial. Al otro día, en una columna de un diario editado en la Ciudad de México se filtraba una información que puso de manifiesto la división y confrontación que prevalece en el tricolor en la entidad.

El “trascendido”, estaba dirigido contra el empresario Jorge Hank Rhon y el regidor Eligio Valencia López, bajo el supuesto que el equipo de campaña de Pepe Meade habían impedido que ambos personajes se acercasen al precandidato por la presunta afectación que tendría para la precamapaña.

Pero la filtración fue una carambola de tres bandas, porque igualmente afectó al dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), David Ruvalcaba Flores, a quien se señala como parte de ese intento de evitar la foto de los referidos personajes con Pepe Meade.

Por ese antecedente y por los innumerables más que se han registrado en la vida del priismo bajacaliforniano, no debe extrañar en lo más mínimo la confrontación que vive en estos momentos tras el registro de solicitudes para las candidaturas al Senado de la República y a las diputaciones federales en juego el próximo 1 de julio.

Aunque la confrontación más evidente se ha centrado entre Alejandro Arregui Ibarra y Nancy Sánchez Arredondo, basta revisar la lista de los aspirantes a las diputaciones federales para poner en evidencia que la división entre los dos grandes grupos de poder en el PRI de Baja California prevalece.

Por un lado, gente allegada o impulsada por el ingeniero Jorge Hank ha acudido a presentar su solicitud de registro, pero por el otro el grupo identificado con el embajador Fernando Castro Trenti también ha presentado sus cartas.

Pero como lo comentamos en este espacio. En la selección de candidatos al senado y a las diputaciones, la lista será aprobada por el CEN del PRI, lo que en cuestiones priistas se entiende como el dedazo del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en primera instancia, previo escrutinio de Enrique Ochoa Reza, líder nacional del tricolor, y que no tenga la impugnación del precandidato ciudadano que impulsa el priismo.

Esa lógica le favorece ampliamente, en el caso de las candidaturas a senador, al diputado local Alejandro Arregui Ibarra, por la sencilla razón que forma parte de los cuadros que Peña Nieto tiene en la entidad, a lo que se debe agregar el trabajo desplegado por el ensenadense como coordinador de la bancada del PRI en el Congreso del Estado.

Por ello es que irá en la primera posición de la formula al senado que presente el PRI. 

Nancy Sánchez, impulsada por Castro Trenti, tiene en su contra que hace seis años formó parte de la fórmula que dejó al PRI sin representación en el Senado de la República por Baja California, por primera vez en la historia. Su oportunidad la tuvo, pero no la pudo aprovechar.

Ante el panorama político que se avecina tras los comicios federales, el PRI y el presidente han enfocado parte de sus esfuerzos en seleccionar candidatos al senado y las diputaciones que le sean afines y lo respalden ante los embates que se presenten en caso que el PRI pierda la elección presidencial, lo que se da como un hecho en estos momentos.

Por ello, además de Alejandro Arregui, en la diputaciones en juego en Baja California los perfilados son: 

Distrito 01: Celestino Salcedo Flores

Distrito 02: Bárbara Guadalupe Contreras Ramos

Distrito 03: Génesis Márquez Rubalcava

Distrito 04: Viancca Lizbeth Barreto González

Distrito 05: Miguel Ángel Badiola Montaño

Distrito 06: Ana Erika Santana González

Distrito 07: Javier Ignacio Urbalejo CInco

Distrito 08: Jorge Mario Madrigal

Sólo basta ver quién les impulsa para sacar conclusiones.¿Para qué tantos brincos?