Al menos en Tijuana, el precandidato presidencia y el líder Damián Zepeda conciliaron posiciones de los panistas.
Por: Alberto SARMIENTO REYES / HIPTEX
Ni falta hizo que Ricardo Anaya Cortés, el precandidato del Partido Acción Nacional (PAN), viniera a Baja California a hacer proselitismo para poner en sintonía a la mayoría del panismo de la entidad y disipar la tormenta que se veía venir con las candidaturas al senado de la república y a las diputaciones federales.
Bueno, al menos eso fue que logró a través de su dirigente nacional, Damián Zepeda Vidales, que en un viaje exprés el viernes pasado a Tijuana alineó aspiraciones del panismo en el poder y de quienes durante cuatro años han estado navegando fuera de la nómina estatal.
Pero el intento de Ricardo Anaya y los oficios de Damián Zepeda solo alcanzaron para armonizar al panismo de Tijuana.
Al vencerse ayer el plazo para el registro de aspirantes a precandidatos en el PAN de Baja California, al menos en Tijuana se lograron consensuar posiciones.
El principal acuerdo se dio en la disputa por la precandidatura al senado por lo que toca a la posición que por género le toca a un hombre. En este escenario, Ricardo Anaya y Damián Zepeda evitaron un encontronazo entre las aspiraciones del diputado federal Jorge Ramos Hernández y las de Ricardo Magaña Mosqueda, ex secretario de Desarrollo Social del Estado y principal operador político del Gobernador Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid al interior del PAN.
Con casi dos años construyendo su proyecto, Jorge Ramos logró ir sumando importantes apoyos de panistas de la entidad pero igualmente del Comité Ejecutivo Nacional. Para cuando el panismo en el poder en Baja California reaccionó para determinar quién sería su abanderado… ya era demasiado tarde.
Aún así, un sector del panismo en el poder pretendía registrar a Ricardo Magaña, bajo la premisa que con los panistas en la nómina estatal y de Tijuana le alcanzaba para ganarle al diputado federal.
Pero tanto Anaya como Damián Zepeda advirtieron del riesgo de ese encontronazo para el proyecto nacional de la alianza “Por México al Frente” que el PAN encabeza junto con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC).
Finalmente, en Tijuana, los panistas terminaron poniéndose de acuerdo: Jorge Ramos va para senador y Ricardo Magaña para el distrito 4. Aunque otro grupo disidente del panismo, representado por el ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán, haya impulsado en ese distrito a Gerardo Cortés, el triunfo del ex colaborador de “Kiko” Vega parece incuestionable.
Rosalba López Regalado, es otro caso donde su eventual candidatura no habrá de surgir del panismo en el poder. Por cuestiones de género el distrito 5 se le asignó a una mujer y la ex legisladora local salió como la mejor calificada en las encuestas realizadas. Se terminó imponiendo sin tener rivales de peso o en condiciones de hacerle frente.
En el distrito 6, Adriana Sánchez, también ex diputado local, igualmente logró sumar apoyos, en este caso incluso del panismo que encabeza el alcalde Juan Manuel Gastélum Buenrostro y avalado por el panismo en el poder a nivel estatal.
Pero en Mexicali… allá es otra historia.