Afirma que gobierno mexicano se somete a política estadounidense y encarcela familias y a niños y justifica sublevaciones de migrantes al Sur del país.

Redacción/ HIPTEX

TIJUANA.- Pueblo Sin Fronteras se deslindó de acompañamiento o coordinación de caravanas migrantes actuales, pero les afirmó solidaridad y criticó que el gobierno mexicano “mienta”, se someta a la política estadounidense y “encarcele a familias y niños”.

En Chiapas, una caravana de alrededor de 5 mil centroamericanos -de la más reciente de la Caravana Migrante- se desplaza con intenciones de llegar a la Ciudad de México y de ahí partir al Norte para trasladarse a Estados Unidos con miras de solicitar asilo político en ese país.

Lo anterior, animada con la resolución de un juez federal que frenó la política del presidente norteamericano Donald Trump de regresar a México a quiene, vía este país, llegaran a su frontera solicitando asilo.

No estamos acompañando o coordinando caravana o viacrucis alguno expresó la organización al refrendar “solidaridad” con las familias, menores, adultos e integrantes de la comunidad LGBTTI “que han visto su única alternativa de vida en migrar o en huir de sus comunidades de origen”.

Pueblo Sin Fronteras recordó que hace dos días en Mapastepec, Chiapas, “la autoridad migratoria no cumplió con su promesa de entregar las Tarjetas de Visitantes por Razones Humanitarias provocando un escenario de mayor desesperación y frustración entre los integrantes de la caravana quienes llevan varios días varados en dicha ciudad teniendo un desgaste físico, emocional y económico considerable. ¡El gobierno mexicano miente cruelmente!”.

Ese día, centroamericanos y cubanos provocaron disturbios en un albergue y agredieron a elementos de migración en un evento que motivó la intervención de la Policía Federal.

“Está claro que el discurso utilizado por el gobierno federal sobre derechos humanos y migración dista de la realidad y sólo se ha concentrado en desplegar políticas de desgaste, criminalización, persecución, hacinamiento, contención y deportación”, sostuvo.

Pueblo Sin Fronteras subrayó que “cada intento de generación de organización y liderazgo entre miembros de la propia caravana es primero aceptado por autoridades y después las personas identificadas como líderes son perseguidas y criminalizadas.

Ante la posibilidad y gestión de documentación migratoria, miembros de la caravana por decisión de las autoridades se encuentran obligados a permanecer en espacios que no tienen la capacidad para alojar a la gran cantidad de personas que buscan una vida digna.

Por el elevado número de detenciones producto del incremento de las persecuciones, redadas y amedrentamiento de agentes del INAMI, en las Estaciones Migratorias (Acayucan y Siglo XXI) hay una sobrepoblación en la que se puede ubicar un alto número de mujeres y niños. ¡El gobierno mexicano está encarcelando a familias, a niños!

A partir del cierre de las oficinas de INAMI en Tapachula, los procesos de presentación y resolución de trámites migratorios han sido más lentos e incluso imposibles.

Esto de la mano con el aumento de redadas, criminalización, deportaciones es parte de la política de contención que busca provocar un cuello de botella en el Sur de México provocando que tanto la población local como las propias personas migrantes se desesperen para así legitimar una política migratoria con un enfoque de seguridad nacional más abierto como la futura participación de la Guardia Nacional en tema de migración y la militarización del Istmo de Tehuantepec”. (lgs)