Julián, la víctima de apenas siete años, fue asesinado en la casa que compartía con sus padres y Eduardo, su medio hermano de 25 años, que presuntamente lo mató a golpes y sacó su cuerpo en un bote de basura para enterrarlo cerca.

PUEBLA.- Eduardo N., de 25 años de edad, y a quien autoridades salvaron el sábado de un nuevo linchamiento ahora en Coronango, Puebla, es el presunto responsable de asesinar a su medio hermano, Julián, un niño de siete años de edad que había sido reportado como desaparecido.

El cuerpo de Julián fue hallado sin vida en un terreno ubicado en los límites de la unidad habitacional donde vivía, Misiones de San Francisco, predio donde se presume que fue enterrado por Eduardo.





La Fiscalía General de Estado de Puebla, quien mantiene detenido a Eduardo, informó que éste habría golpeado a su medio hermano privándolo de la vida y posteriormente intentó ocultar su cuerpo enterrándolo en inmediaciones de la autopista México-Puebla.

Vecinos que se habían dado a la tarea de buscar a Julián y que desde el primer momento sospecharon de Eduardo, a quien trataron de linchar el sábado por la tarde, hallaron los restos del menor sepultados cerca de la unidad habitacional y el Periférico Ecológico, a donde acudieron las autoridades a constatar que se trataba del niño.

La Fiscalía General del Estado confirmó que Eduardo, medio hermano de la víctima, es el presunto responsable del crimen y que probablemente actuó bajo los efectos de drogas porque tiene adicción a ellas desde hace varios años.

Ambos vivían juntos en la casa familiar y una de las pruebas del caso es un video de las cámaras de seguridad de la zona donde se observa al presunto responsable salir con un bote de basura donde llevaría al menor para enterrarlo de manera clandestina.





Cuando Julián desapareció, al notar su ausencia su mamá alertó tanto a los vecinos como a las autoridades porque pensó que se lo habían robado.

No obstante, se topó con que en la agencia del Ministerio Público se negaban a tomarle la denuncia por desaparición y el representante social sólo accedió ante la presión de familiares.

Entre los vecinos hubo quienes descartaron el robo del menor como móvil y se abocaron a señalar a Eduardo como presunto responsable.

Conforme los señalamientos crecieron, la tarde del sábado la gente capturó al joven de 25 años de edad a quien habitantes cuestionaron por la desaparición y estuvo a punto de ser linchado, acción que impidieron elementos de la Policía Municipal de Coronango.

Lo trasladaron ante el Juez Calificador por alterar el orden público y ahí lo entrevistaron agentes ministeriales, a quienes les habría ofrecido dinero a cambio de su libertad, por lo que fue detenido por cohecho.

Una vez que autoridades municipales de Coronango y elementos de la Agencia Estatal de Investigación de la región de San Pedro Cholula corroboraron que el hallado por los vecinos era el cuerpo de Julián, su medio hermano Eduardo quedó a disposición de la Fiscalía General del Estado de Puebla.

Hace apenas unos días, a finales del mes pasado, cuatro personas murieron linchadas en México en un lapso de 36 horas, dos en Puebla y dos en Hidalgo.

Las asesinaron pobladores de dos comunidades que las acusaron falsamente del robo de niños y les prendieron fuego. Las cuatro víctimas de dos hechos distintos, tres hombres y una mujer, eran inocentes del delito que falsamente les imputaron.