Tras llevarse “carro completo” en la elección de candidaturas a presidencias municipales, la gobernadora Marina del Pilar realizó expedida y eficaz “operación cicatriz” en Morena

Por Alberto SARMIENTO REYES / HIPTEX

Como en los tiempos en los que el PRI o el PAN estaban en el poder en el País, o el PRD en la Ciudad de México, ahora Morena ha aplicado la necesaria “operación cicatriz” para “sanar” aquellas inconformidades surgidas entre quienes aspiraron a alguna candidatura y se quedaron con las ganas.

Y en Baja california, donde la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda se llevó el “carro completo” con las elecciones de candidaturas a las presidencias municipales de la entidad, faltando solo por definir Playas de Rosarito, la unidad del partido ha logrado imponerse pese a las expresiones que apenas el pasado miércoles aún se escuchaban en la militancia morenista, principalmente en Tijuana, Ensenada y Tecate.

El hecho es que Morena, como en los tiempos del “invencible PRI”, ha llevado un proceso de candidaturas a nivel federal y estatal sumamente parecidos. Incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho alusión a ello en más de una ocasión en su conferencia mañanera.

López Obrador ha recordado cómo en los tiempos del priismo, que conoció a fondo por ser uno de sus militantes, las candidaturas federales la designaba el mismo presidente, el candidato presidencial en turno la dirigencia nacional. A ello habrá que incluir las gubernaturas.

Pero al gobernador o gobernadora en turno, se le confería la “facultad” de designar candidatos a las alcaldías y a diputados locales.

Pues haga de cuenta que este 2024, Morena ha aplicado la misma fórmula priista. Tras la designación de las candidaturas a diputaciones federales, se observó que la decisión fue tomada por la dirigencia nacional, en función de acuerdos que tiene Morena con sus partidos aliados y del proyecto que encabeza Claudia Sheinbaum Pardo, candidata a la Presidencia de la República.

La Gobernadora Marina del Pilar, al menos por los perfiles y trayectorias de las o los elegidos a las candidaturas a diputaciones federales, fue una espectadora, aunque algunos pudieran ser sus cercanos o excolaboradores, lo cierto que al final la decisión fue tomada a más 3 mil 500 kilómetros del Centro Cívico de Mexicali.

Ah, pero qué diferente fue la designación de las candidaturas a las presidencias municipales: Ismael Burgueño en Tijuana, Claudia Agatón en Ensenada, Norma Bustamante en Mexicali; Ramón Cota en Tecate, José Luis Dagnino en San Felipe, y Miriam Cano en San Quintín, son “marinistas” desde hace varios años o de reciente incorporación.

Marina del Pilar ha asegurado, en caso que las y los candidatos de Morena a las presidencia municipales en Baja California ganen, una relación más cercana a la que debió sostener en el primer trienio de su gobierno, con alcaldes y alcaldesas que eran más afines al exgobernador Jaime Bonilla Valdez que a ella misma.

Por ello es de de destacar la rectificación de la alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez de aceptar el veredicto de la designación de Ismael Burgueño, ya que aunque en un principio se dijo sorprendida del resultado y adelantó que impugnaría, un día después lo avala.

En Ensenada, donde se cuestionó lo que se perfilaba como la imposición de Claudia Agotón y que al final de concretó, el silencio de Mónica Vargas y Rocío López Gorosabe, ambas excolaboradoras de la gobernadora Marina del Pilar, ha sido más que elocuente.

Así las cosas, al menos en declaraciones o por el silencio de los personajes involucrados en las contiendas, parece que la “operación cicatriz” ha sido expedita y un éxito.

Habrá de esperar que la militancia morenista de a pie igualmente lo haga, especialmente en Tijuana y Ensenada. Cuestión de esperar.