Rivera Carrera estuvo a la cabeza por 22 años en la Arquidiócesis de México y  mañana cede el cargo a Carlos Aguiar Retes.

CIUDAD DE MéXICO.- Norberto Rivera Carrera ofició este domingo su última misa como arzobispo primado de México, en la Catedral Metropolitana, tras entregar su renuncia en junio de 2017, y al terminar recibió una despedida entre  aplausos y con una porra de parte de los feligreses.

Rivera Carrera estuvo a la cabeza por 22 años en la Arquidiócesis de México y  mañana cede el cargo a Carlos Aguiar Retes, en una ceremonia que decidió celebrarse en 5 de febrero por ser el día de San Felipe de Jesús, primer santo y mártir mexicano.

El derecho canónico señala que todos los obispos deben entregar su renuncia al cumplir 75 años, por ello, el papa Francisco designó a Carlos Aguiar Retes como nuevo jerarca de la Iglesia Católica mexicana, quien entrará en funciones mañana lunes 5 de febrero.

Al oficiar la misa como administrador apostólico, Rivera Carrera pidió a los cientos de católicos que se dieron cita en la Catedral Metropolitana orar por el nuevo gobernador de la arquidiócesis “para que sea guiado por el espíritu en la decisiones que deba tomar”.

En lo que respecta al mensaje de este domingo, Rivera Correa lo dedicó  a la evangelización y a cómo la comunidad cristiana debe contribuir para “liberar a la sociedad de dolores y quebraderos de cabeza, porque la salvación humana comprende una dimensión corporal y otra espiritual”.

Agregó que Jesús es médico de cuerpos y espíritus y su salvación no es meramente espiritual sino integral “si de verdad queremos evangelizar, seguiremos sus huellas y gestos de curación hacia el hombre”.

Rivera Carrera, originario de Durango, fue ordenado sacerdote en julio de 1966. En diciembre de 1995 fue nombrado arzobispo primado de México y en 1998 designado cardenal presbítero por el papa Juan Pablo II.

El mexicano fue uno de los cardenales que participaron en el cónclave de abril de 2005, en el que fue elegido el papa Benedicto XVI, y en el de 2013, cuando fue elegido el papa Francisco.