Pero es positiva la continuidad del ciclo escolar en México, opinan académicos

ENSENADA.- La educación básica en México inició un nuevo ciclo escolar y con ello más de 25 millones de alumnos no regresan a las aulas, se quedan en sus casas estudiando frente a su televisor, principalmente los de escuelas públicas.

Esta modalidad de enseñanza no fomenta la interacción entre estudiantes y profesores, a diferencia de la enseñanza con el uso de herramientas digitales, explica el Dr. Alberto Gárate Rivera.

El  Vicerrector del Sistema CETYS Universidad, refirió que por años las autoridades educativas han apostado por la cobertura y han tenido sus áreas de oportunidad en el tema de la calidad educativa, que va desde la aplicación de herramientas tecnológicas, dependencia a los libros de texto, falta de innovación entre otros temas.

“Hay herramientas más modernas y creativas. La decisión de ir por la televisión por parte del gobierno mexicano es porque es un aparato presente en los sitios más recónditos del país, es un tema de cobertura”, consideró el académico de CETYS Universidad.

Desde marzo que las escuelas dejaron de recibir en las aulas a sus estudiantes, se vieron dos escenarios. Uno donde la escuela dio continuidad a sus estudios y otro donde dieron por concluido el ciclo escolar y/o semestre.

Para el inicio de un nuevo ciclo escolar, si bien es positivo que sí hubo un regreso a clases, también deja en incertidumbre la aplicación de educación a través de la televisión.

“Esta situación mostró que hubo familias que salieron adelante, se coordinaron con profesores y salió el ciclo escolar. Sí es correcto buscar un modelo alternativo, las dudas que entran es respecto a la estrategia de hacerlo por televisión”, externó.

Sobre el poder de la interacción y el rol de los padres de familia en el proceso de enseñana-aprendizaje, el Dr. Alberto Gárate resaltó que aquellas escuelas que hagan uso de herramientas digitales, principalmente las privadas, permitirán tener mayor interacción entre el docente y alumno a diferencia de la televisión, la cual sólo repite contenido a pesar que tenga el diseño óptimo de los temas. “Las universidades no usan la televisión como plataforma básica de aprendizaje, simplemente porque es un sistema obsoleto”.

Por otro lado, el Vicerrector Académico del Sistema CETYS, puntualizó que los padres, quienes en un principio también dejaron de trabajar o comenzaron en modalidad remota, están agobiados y de repente tienen que lidiar con las actividades escolares de los hijos a los cuales no estaban acostumbrados. “El regreso a clases será difícil para algunos de estos padres, ya que la escuela también funcionaba como una guardería y ahora deben enfrentarse a continuar con sus actividades y buscar medidas alternativas para el cuidado de los menores”.

También hay afectaciones y en ese sentido, la Dra. Cecilia Osuna Lever, Coordinadora Institucional de Investigación del Sistema CETYS y docente de la Maestría y el Doctorado en Educación de CETYS, señaló que hay cuatro ámbitos principales de afectación, siendo el primero de ellos el currículum o programas de estudio: en México están diseñados con una gran cantidad de contenidos y basados sobre todo en actividades 100% presenciales y dirigidas mayormente por el maestro. Ante el confinamiento se complica adaptar un currículum tan amplio, a una modalidad compacta y remota.

En segundo término, los docentes, toda vez que la pandemia evidenció enormes carencias en el desarrollo de habilidades y uso de la tecnología educativa, en ese punto algunos profesores están rezagados y eso afectó a que la enseñanza se limitara a mensajes de texto o correos. Pero, también sacó a relucir el enorme compromiso de otro grupo de profesores que se capacitaron y se dispusieron a colaborar para lograr la enseñanza remota. Esto implicó el doble de trabajo y esfuerzo para los maestros, pues hubo que trabajar muchas horas, desde casa, con sus recursos e invertir muchas horas de capacitación.

En tercer lugar, los estudiantes, en ellos la pandemia evidenció que son expertos en redes sociales, pero no en el uso de tecnología educativa, ni tampoco estaban acostumbrados a estar tantas horas sentados frente a una computadora, sin mucha interacción humana con sus compañeros de grupo y el profesor. Eso fue un gran cambio. Y, por otro lado, la pandemia evidenció también que, en México hay grandes brechas educativas y sociales, pues hay muchos hogares que no cuentan con recursos como para poder tener internet ni computadoras, lo que complicó el aprendizaje remoto.

Y el cuarto punto, los padres de familia quienes en muchos casos, las condiciones económicas que los padres enfrentan los obliga a estar trabajando fuera de casa muchas horas y, por consiguiente, a tener poco contacto con la escuela de sus hijos. Ahora, en este nuevo esquema, tienen que estar pendientes de sus hijos dando seguimiento puntual a su educación y, en muchos casos, se convirtieron en “docentes sustitutos” con todo lo que ello implica. Eso es y ha sido un cambio de paradigma difícil de asimilar para los padres de familia.

“La pandemia es una oportunidad para discutir la necesidad de una verdadera reforma educativa en México, que aborde un análisis curricular riguroso, en el que el desarrollo de la ciencia y tecnología es evidente.

Es urgente la inclusión en los planes de estudio y de manera obligatoria el inglés como segundo idioma, el desarrollo de habilidades blandas y uso de tecnología. Para los maestros la capacitación y actualización con al menos una maestría en el campo de la educación que les dote de perspectivas diferentes sobre el contexto educativo que se mueve en el mundo”, apuntó la Dra. Osuna Lever.

Por último, el Dr. Gárate reflexionó que la educación en América e Iberoamérica está en un retroceso, a diferencia de las escuelas públicas, algunas escuelas privadas se preocupan por la calidad educativa, serán ellos los que salgan mejor ante esta situación. Y aunque los expertos coinciden en que en las condiciones de la pandemia por el Covid-19 no permiten un desarrollo óptimo de aprendizaje, es necesario vivir con la situación y aspirar al aprendizaje más alto posible. “No hay que tirar el aprovechamiento escolar”.