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Bomberos Aeronáuticos: la respuesta inmediata que salva vidas
El Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios opera bajo normas internacionales que consideran la alta inflamabilidad de las aeronaves y la concentración de personas como factores de riesgo críticos
Detrás de cada despegue y aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de Tijuana existe un sistema de respuesta diseñado para actuar en menos de tres minutos.
TIJUANA.- Pocos pasajeros lo saben, pero detrás de cada despegue y aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de Tijuana existe un sistema de respuesta diseñado para actuar en menos de tres minutos ante cualquier emergencia.
El Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios opera bajo normas internacionales que consideran la alta inflamabilidad de las aeronaves y la concentración de personas como factores de riesgo críticos.
Aarón Huerta Guzmán, jefe de turno de Bomberos, explicó que el tiempo promedio de respuesta es de 1 minuto con 58 segundos, resultado de una organización milimétrica y capacitación constante.
“Aquí la rapidez y la preparación son fundamentales; no podemos exceder los tres minutos de respuesta”, señaló.
El personal trabaja en tres turnos de 24 por 48 horas, integrados por nueve elementos cada uno. Cada jornada inicia con un relevo formal y una inspección exhaustiva de unidades, equipo y pistas.
“Con checklist revisamos todo el material de las unidades y verificamos que las pistas se encuentren en condiciones seguras”, explicó.
Además, Huerta Guzmán recalcó que no cualquier bombero puede formar parte de este servicio especializado, ya que el ingreso exige superar pruebas físicas y técnicas específicas. Entre ellas se encuentra correr un kilómetro en 4 minutos con 15 segundos, además de demostrar diversas destrezas operativas indispensables para intervenir en escenarios de alto riesgo.
Uno de los recursos más especializados es la lanza de penetración, capaz de perforar el fuselaje de una aeronave para atacar el fuego desde el interior, guiados por cámaras termográficas.
“Primero localizamos con cámaras termográficas la zona de mayor calor al interior, que puede indicar presencia de fuego, y ahí realizamos la intervención directa”, detalló.
La coordinación con otras áreas operativas completa un sistema que, aunque casi invisible para el pasajero, resulta vital para la seguridad aérea.
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