En el segundo aniversario del ataque del 7 de octubre de 2023, el conflicto entre Israel y Hamas sigue sin una salida definitiva. Más de 67,000 palestinos han muerto, la Franja de Gaza se encuentra devastada y las negociaciones en Egipto avanzan lentamente pese a la mediación internacional

A dos años del ataque de Hamas contra Israel, que marcó el inicio de uno de los conflictos más devastadores del siglo XXI, la situación en la Franja de Gaza continúa deteriorándose. Las conmemoraciones en Israel y las escenas de destrucción en Gaza coincidieron este lunes con una nueva ronda de negociaciones en Sharm el-Sheikh, Egipto, donde representantes de Egipto, Estados Unidos y Qatar intentan impulsar un alto al fuego duradero.

Según datos de agencias internacionales, más de 67,000 palestinos han perdido la vida desde 2023, incluyendo miles de niños, mientras que el número de israelíes muertos asciende a 1,665, entre ellos 466 soldados. La guerra ha destruido gran parte de la infraestructura de Gaza: hospitales, escuelas y barrios enteros han quedado reducidos a escombros, dejando a más de dos millones de personas desplazadas internas.

Aunque Hamas manifestó estar dispuesto a aceptar un acuerdo basado en un plan presentado por el expresidente estadounidense Donald Trump, exige garantías que eviten futuros ataques y permitan el levantamiento del bloqueo israelí sobre la Franja. Por su parte, Israel insiste en que no habrá tregua sin la liberación de los rehenes que aún permanecen en manos del grupo islamista.

Donald Trump, que volvió a la presidencia de Estados Unidos a comienzos de 2025, aseguró que ve con “optimismo” la posibilidad de un acuerdo en las próximas semanas, aunque los mediadores advierten que la desconfianza entre las partes y las tensiones sobre el terreno complican cualquier avance real.

Mientras tanto, en el sur de Israel se reactivaron las alertas antiaéreas por nuevos lanzamientos de cohetes, y las fuerzas israelíes continuaron bombardeando objetivos en Gaza incluso durante las conversaciones de paz. Organismos internacionales y organizaciones humanitarias han advertido que la situación sanitaria y alimentaria en el enclave es “insostenible” y podría derivar en una catástrofe humanitaria mayor si no se restablece el acceso pleno a la ayuda internacional.