Un estudio respaldado por la NASA presenta un método basado en campos magnéticos que permitirá separar oxígeno y otros gases en microgravedad, sin necesidad de maquinaria pesada, marcando un avance clave para futuras misiones a la Luna y Marte

La exploración espacial dio un paso decisivo hacia la sostenibilidad con el anuncio de una innovadora técnica para producir oxígeno en ambientes de microgravedad. El hallazgo, respaldado por la NASA, propone el uso de campos magnéticos para separar oxígeno y otros gases en lugar de los tradicionales sistemas centrífugos, que requieren maquinaria voluminosa y de alto consumo energético.

El estudio, publicado esta semana, demuestra que los imanes pueden manipular fluidos en condiciones espaciales, resolviendo uno de los grandes desafíos de las misiones de larga duración: garantizar un suministro eficiente de oxígeno para astronautas y sistemas de soporte vital.

Los investigadores señalan que este avance no solo optimizará los recursos en futuras misiones a la Luna y Marte, sino que también podría tener aplicaciones en estaciones espaciales y hábitats orbitales, donde la eficiencia energética es vital.

“Estamos viendo una solución práctica y escalable para un problema que limitaba la viabilidad de las estancias prolongadas en el espacio”, explicó uno de los científicos involucrados en el proyecto.

Con esta técnica, la NASA y sus socios internacionales avanzan en la construcción de sistemas autónomos que permitan la exploración sostenida del espacio profundo.