Se suman científicos mexicanos al desarrollo de investigación en la Antártica. Estudiar los polos del planeta es sumamente relevante: allí se determina el estado global del clima; para entender los fenómenos climatológicos como El Niño o La Niña, el punto de partida está en los polos

ENSENADA.- Con la finalidad de realizar investigación científica en un marco de cooperación internacional, el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE) recibió a representantes de la Agencia Mexicana de Estudios Antárticos (AMEA), de la Embajada de Ucrania en México y del Centro Científico Antártico Nacional de Ucrania para formalizar los intereses en común a través de la firma de un convenio y un simposio académico.

“Llegar a este tipo de colaboración significa que convergen intereses y compromisos para realizar lo planeado”, mencionó el doctor David H. Covarrubias Rosales, director general del CICESE, durante la firma del convenio, y agregó que “el fin es que se deriven acciones puntuales con convenios específicos. Nos sentimos muy inspirados por participar y honrados de que estén aquí”.

Estuvieron presentes Patricia Valdespino, actual presidenta de la AMEA, y Pablo Lepe, fundador de dicha agencia; así como Valery Olefir, agregado científico de la Embajada de Ucrania. Por parte del CICESE, en la reunión participó el doctor Jaime Farber Lorda, investigador del Departamento de Ecología Marina; la doctora Raquel Negrete Aranda, investigadora por México adscrita al Departamento de Geología, y Guadalupe Rodríguez León, encargada de Apoyo institucional.

“Este es el principio de una relación fructífera. Las experiencias de la ciencia antártica colaborativa, global, de frontera, nos inspiraron y por eso fundamos la AMEA”, compartió la doctora Patricia Valdespino, quien ha participado en tres expediciones al polo sur como colaboradora de instituciones de Argentina, Uruguay y Chile.

Aseguró que la agencia dio un primer paso para que México se involucre en el Comité Científico para la Investigación Antártica y que, para lograr este objetivo, recientemente se han visto beneficiados por una convocatoria de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación para vincularse con organismos internacionales.

Aprovechó la oportunidad para anunciar la primera expedición de científicas y científicos mexicanos en la Antártida para 2026, y extendió una invitación al personal académico y estudiantes de posgrado del CICESE.

Valery Olefir mencionó que Ucrania tiene la meta de atraer a otras naciones con objetivos científicos de exploración desde una perspectiva de cooperación.

Tanto él como Evgen Dykyi, director del Centro Científico Antártico Nacional de Ucrania, mostraron la infraestructura y las áreas de investigación de la Base de Investigación Vernadski, ubicada en la isla argentina Galíndez, así como de las capacidades de su embarcación Noosfera.

Durante el simposio académico de este encuentro, llamado “Más allá del paralelo 60”, investigadores del Centro Científico Antártico Nacional de Ucrania, CICESE, UABC y UNAM compartieron sus capacidades y experiencias en expediciones e investigaciones a la Antártica.

Entre los intereses de investigación se expusieron temas como la microbiología para estudiar la biodiversidad del Océano Astral, así como su suelo marino; la biogeoquímica aplicada al estudio de los tapetes microbianos de la Antártida; la variabilidad climática en el polo sur; los estudios biológicos del krill, una especie esencial de la cadena trófica marina; así como la infraestructura para conocer la física del mar y cómo cambian las corrientes marinas.

Estudiar los polos del planeta es sumamente relevante: allí se determina el estado global del clima. Para entender los fenómenos climatológicos, como El Niño o La Niña, el punto de partida está en los polos.

Además, son lugares que albergan cientos de virus y bacterias que han permanecido congelados por mucho tiempo; el incremento de la temperatura global que provoca el derretimiento de los polos provoca que surjan estas especies, desconocidas para la ciencia.