La ONU advierte que más de 240 personas, incluidos 107 niños, han muerto por inanición en Gaza, mientras la escasez de agua potable y medicinas agrava una crisis sanitaria sin precedentes. Organizaciones acusan a Israel de “armar la ayuda” al imponer restricciones

Gaza vive una de las peores crisis humanitarias de su historia reciente. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) informó este viernes que al menos 240 personas, entre ellas 107 menores de edad, han fallecido por desnutrición severa en las últimas semanas, mientras miles más enfrentan riesgo inminente de muerte.

El colapso de los servicios básicos —sin electricidad estable, agua potable ni saneamiento— ha disparado el riesgo de epidemias. Hospitales ya saturados reportan la reaparición de enfermedades como el cólera y la disentería, mientras los suministros médicos se agotan.

Organizaciones internacionales denuncian que las restricciones impuestas por Israel están retrasando la entrada de convoyes de alimentos y medicinas. “La ayuda se está utilizando como un arma de guerra”, declaró un portavoz de Médicos Sin Fronteras, señalando que cientos de camiones permanecen retenidos en los cruces fronterizos.

En medio de la emergencia, el ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben-Gvir, desató polémica al publicar un video confrontando al líder palestino encarcelado Marwan Barghouti dentro de su celda, acción calificada por la Autoridad Palestina como “terrorismo de Estado”.

La comunidad internacional ha intensificado los llamados para un alto al fuego y la apertura inmediata de corredores humanitarios. Sin embargo, en el terreno, el hambre y la enfermedad continúan avanzando más rápido que la diplomacia.