El albergue de la Zona Norte donde están alojados centroamericanos de la caravana migrante cuenta apenas con una treintena de voluntarios en ambos turnos.

Redacción/ HIPTEX

TIJUANA.- El frío, que cada día comienza a ser más intenso al acercarse la temporada invernal, es un reto más para los casi 5 mil centroamericanos albergados en el refugio temporal de la unidad deportiva “Benito Juárez”, en la Zona Norte de esta ciudad.

Si bien todo en el sitio representa un desafío ante una cantidad tan grande de gente con necesidad de todo, las temperaturas propias de la temporada se vuelven un agravante, más si se toma en cuenta que la estancia de muchos es al aire libre, cubiertos con escasa ropa y en endebles casas de campaña.

Hace 10 días, cuando comenzaron a llegar los primeros centroamericanos al albergue, las temperaturas no eran tan bajas y muchos alcanzaron un espacio para resguardarse bajo las carpas que instaló la autoridad municipal.





Sin embargo, conforme la demanda fue creciendo y el espacio saturándose, hubo necesidad de que los que iban llegando se conformaran con las casas de campaña proporcionadas o aquellas que cargaron por miles de kilómetros junto a su travesía desde sus lugares de origen y a lo largo del recorrido por territorio mexicano.

Los más desafortunados, sin siquiera casas de campaña, optaron por hacer unas con ramas de árboles apiladas y taparlas con trapos y cobijas, para protegerse de las bajas temperaturas que cada vez descienden más.

Pero en el refugio hay muchos retos más, incluido el de la participación de voluntarios que apenas son 30 en dos turnos, a pesar de que los albergados sumaban hasta la mañana de este viernes 4 mil 900.

Isaac López, uno de los voluntarios dijo que el trato que ha recibido ha sido excelente y desde que llegó a Chiapas ha trabajado como voluntario en su camino con la caravana.

Consideró que sería adecuado que más de sus compatriotas y migrantes de otras nacionales se sumaran a las tareas de voluntariado, porque el beneficio es para todos.

Agradeció la comida, agua y pañales para los niños que les ha brindado la comunidad tijuanense y es que en realidad en el albergue sufragan en medida de lo posible cada una de sus necesidades.

Es valiosa la labor de un extenso grupo de funcionarios municipales, los recién incorporados trabajadores estatales y donaciones de voluntarios que acuden “a dar” a pesar de los llamados de algunos para no hacerlo.

La Secretaría de Marina les brinda a los centroamericanos agua y tres comida diarias, hay 20 sanitarios móviles, que ante la gran cantidad de población deben limpiarse dos veces al día y una buena cantidad de regaderas.

En bodegas se les proporciona jabón, shampoo y otros enseres para la higiene personal y hay quienes solicitan hasta zapatos porque llegan caminando descalzos.

Miguel Puente, coordinador del albergue en el turno matutino, dijo a HIPTEX que simplemente la basura es un gran desafío pues por la gran cantidad de gente el camión recolector debe acudir seis veces al día.

Aunque el gobierno proporciona insumos y particulares han acudido a donar, pañales, toallas húmedas, ropa y zapatos, cobijas y artículos de higiene personal, siguen siendo necesarios. (lgs)