El cierre de la etapa universitaria puede generar una ruleta de emociones: nostalgia, miedo, incertidumbre y hasta tristeza; y, aunque no se trata de un duelo tradicional, hay que reconocer estos sentimientos que surgen en la transición entre la vida de estudiante y laboral
ENSENADA.- El cierre de la etapa universitaria puede generar una ruleta de emociones: nostalgia, miedo, incertidumbre y hasta tristeza; y, aunque no se trata de un duelo en el sentido tradicional, es importante reconocer y validar estos sentimientos que surgen ante la transición entre la vida de estudiante y la vida laboral, así lo señala la experta CETYS, Dra. Patricia Páez Manjarrez, Coordinadora del Centro de Desarrollo Estudiantil de CETYS Universidad Campus Internacional Ensenada y Coord. del programa Armonía: Salud y Bienestar del Sistema CETYS.
“Durante más de 15 años se construye la identidad de estudiante, finalizar un plan de estudios, implica una pérdida de esta identidad y la necesidad de construir una nueva, sumado al miedo a lo desconocido y la incertidumbre laboral que suelen aparecer justo cuando la emoción de la graduación comienza a esfumarse. La pregunta “¿y ahora qué?” se instala en la mente, acompañada de la presión social por encontrar rápidamente un trabajo estable y exitoso”, expuso la Experta CETYS.
La Dra. Patricia Páez puntualiza que la falta de contactos o experiencia puede aumentar la ansiedad, haciendo que el futuro parezca aún más incierto. “Sin embargo, es importante entender que la transición de la universidad al mundo profesional rara vez es inmediata; en la mayoría de los casos, es un proceso gradual que requiere paciencia y autocompasión”.
En esta transición, las redes de apoyo como amigos, familiares y profesores, pueden ser un sustento en los momentos de duda o inseguridad. “Compartir los miedos y las expectativas con quienes han pasado por experiencias similares ayuda a balancear las emociones y a encontrar perspectivas diferentes. Buscar consejo, escuchar experiencias y aceptar ayuda son pasos que alivian el peso del cambio y permiten avanzar con mayor confianza”.
La experta CETYS señala que afrontar esta nueva etapa implica también desarrollar estrategias de adaptación. Explorar oportunidades sin temor a equivocarse, aprender de cada experiencia —incluso de aquellas que no resultan como se esperaba— y construir una red de contactos mediante eventos de networking, talleres o plataformas profesionales, son acciones que abren puertas y enriquecen el camino.
Completar la etapa estudiantil es un momento de cierre, y a la vez, de nuevos comienzos y caminos por recorrer. Compartir nuestras dudas y apoyarnos mutuamente nos ayuda a atravesar este duelo y a descubrir nuevas oportunidades. El cambio es parte de la vida, y aunque a veces cueste, siempre nos deja algo positivo.