Es importante cocinar solo lo necesario para evitar desperdicios y conservar la frescura de los alimentos. Se aconseja moderar el uso de sal, reemplazándola con especias, hierbas aromáticas o jugo de limón, no exceder los 5 gramos de sal al día por persona
MEXICALI.- El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Gobierno y Municipios del Estado de Baja California (ISSSTECALI), a través de su director general, Dagoberto Valdés Juárez, informa que sí es posible mantener una alimentación saludable durante la Semana Santa, siempre que se realicen elecciones conscientes y se eviten los excesos tanto en la comida como en el consumo de bebidas alcohólicas.
Para lograr una alimentación saludable y segura en esta temporada, el director general recomienda mantener una adecuada higiene, lavando de manos antes de preparar alimentos y después de ir al baño, así como lavar correctamente frutas y verduras antes de consumirlas.
Es importante cocinar solo lo necesario para evitar desperdicios y conservar la frescura de los alimentos. Además, se aconseja moderar el uso de sal, reemplazándola con especias, hierbas aromáticas o jugo de limón, procurando no exceder los 5 gramos de sal al día por persona.
No se debe olvidar la hidratación, manteniendo un consumo constante de agua potable a lo largo del día.
Por su parte, la coordinadora Estatal de nutrición del ISSSTECALI Rubiceli Ortega Esquivel, confirmó que durante esta temporada, muchas personas modifican su alimentación por motivos culturales, especialmente durante la Cuaresma, en la que es común evitar el consumo de carnes rojas.
Esta práctica puede convertirse en una excelente oportunidad para mejorar los hábitos alimenticios si se priorizan alimentos frescos y naturales.
El pescado, como el atún, la sardina y la mojarra, es una excelente opción, ya que aporta ácidos grasos omega-3 que ayudan a reducir la inflamación y protegen la salud cardiovascular.
Los mariscos como camarón, pulpo y almejas también son una fuente valiosa de proteínas y minerales esenciales como el zinc y el selenio, con un bajo contenido de grasa. Las carnes blancas, como el pollo y el pavo, constituyen alternativas más ligeras frente a la carne roja.
Ortega Esquivel indicó que las leguminosas como lentejas, garbanzos y habas, ricas en proteína vegetal, fibra y hierro, resultan ideales para sustituir la carne en platillos principales. Las verduras de temporada, como el nopal, la espinaca, la calabaza y el chayote, aportan fibra, vitaminas y minerales.
Las frutas frescas como el mango, la papaya, la guayaba y el plátano funcionan como postres naturales o colaciones nutritivas.
Platillos típicos como tortitas de camarón, preparaciones con papa, lentejas guisadas, ceviches, ensaladas frescas y sopas de verduras pueden formar parte de una dieta equilibrada. Sin embargo, también es frecuente el consumo de alimentos altos en grasas y azúcares, como tortitas empanizadas de atún, frituras, mariscos capeados y postres tradicionales como la capirotada, el arroz con leche o el dulce de calabaza.
El consumo ocasional de estos platillos no representa un riesgo si se modera la porción y la frecuencia.