El Chepe inicia su travesía en la capital de Chihuahua y termina en Los Mochis y viceversa, haciendo paradas en distintos poblados y mostrando a sus usuarios increíbles paisajes que van desde bosques, río, lagunas, montañas y barrancas.
Sonando su clásico silbato y emitiendo una intensa columna de humo, el tren Chihuahua-Pacífico se abre camino entre puentes, barrancas, túneles y montañas, en una ruta considerada una obra maestra de la ingeniería mexicana.
Construido en 1961 e inaugurado en 1962, el Ferrocarril Chihuahua-Pacifico, popularmente conocido como Chepe, es el único transporte férreo de pasajeros que corre todavía en México, entre los estados de Chihuahua y Sinaloa, aunque el objetivo hoy en día es más de tipo turístico.
El Chepe inicia su travesía en la capital de Chihuahua y termina en Los Mochis y viceversa, haciendo paradas en distintos poblados y mostrando a sus usuarios increíbles paisajes que van desde bosques, río, lagunas, montañas y barrancas.
En su trayecto de 673 kilómetros, que recorre a una velocidad de 80 kilómetros por hora en promedio, hay 37 puentes y 86 túneles, desde la Sierra Tarahumara a las Barrancas del Cobre, internacionalmente conocidas por ser cuatro veces más grandes que el Cañón del Colorado.
Transporta al año cerca de 80 mil personas, entre ellos a la población tarahumara, así como a 90 mil turistas, de los cuales el 40 por ciento es extranjero, en especial de Estados Unidos, Canadá y Europa.
El tren sale de Chihuahua los lunes, jueves, sábado y regresa martes, viernes y domingo. Durante el recorrido se pueden apreciar tres visiones continentales, los tarahumaras, los menonitas y los indios mayos.
También hay una impresionante ruta gastronómica, que va desde comer carne y chile con queso en Chihuahua, hasta los deliciosos mariscos en Sinaloa.
El recorrido inicia a las 06:00 de la madrugada, y con la obscuridad a cuestas, decenas de personas hacen fila para entrar a la estación Chihuahua y emprender el viaje hasta Los Mochis o bien, bajarse en alguna estación y pasar algunos días ahí.
ubica en el kilómetro 622 de su ruta y es la estación preferida de los pasajeros para bajar y tomarse la foto frente a las Barrancas del Cobre, en una vista a 180 grados.
kilómetros de longitud, siete tirolesas y dos puentes colgantes, además de paseos en bicicleta, cuatrimoto o a caballo. También se encuentra un restaurante con terraza de cristal.
Mientras que en la estación Creel se ubica el Valle de los Hongos, famoso por sus formaciones rocosas, además del Lago de Areko y diversas cascadas. A su vez, Batopilas es un lugar lleno de misticismo y leyendas, famoso por su historia minera y porque fue la segunda población en México en tener luz eléctrica.
Posada, San Rafael, Cuiteco, Bahuichivo, Témoris y El Fuerte son otras estaciones llenas de historia y cultura, hasta finalmente llegar a Los Mochis.
Una forma de vida para los tarahumaras
Además de fomentar el turismo, el Chepe representa una forma de vida para las comunidades indígenas del norte del país, y que de otra manera estarían aislados del mundo sin el paso del tren.
Las vagones que corren en esas vías significan un aire de esperanza y bienestar para los tarahumaras, que aprovechan la derrama económica dejada por los turistas al ofrecerles servicios como guías, carga de maletas y venta de artesanías.
Por ejemplo, en los 10 a 15 minutos que para el Chepe en Divisadero o Creel, mujeres con faldas (sipúchaka de pliegues) y blusas holgadas, así como niños, se agolpan en las ventanillas del tren para ofrecerles manzanas, refrescos, frituras, artesanías, y en algunas ocasiones pedir cinco pesos para “posar” para la foto.
La tradición entre los tarahumaras es que las mujeres elaboren ollas de barro y jarros, pero también usan la palma y la palmilla para tejer canastas de diversos tamaños, que son las que ofrecen a los turistas.
Historia
El 11 de junio de 1987 por Decreto del Ejecutivo Federal, el Ferrocarril Chihuahua al Pacífico pasó a formar parte del sistema ferroviario nacional.
Mientras que en junio de 1997, el Gobierno federal otorgó al Ferrocarril Pacífico-Norte los títulos de concesión por 50 años para operar y explotar la vía troncal Pacífico-Norte y la ruta corta Ojinaga-Topolobampo (Chihuahua- Pacífico).
Cabe resaltar que en mayo pasado entró en funcionamiento Chepe Express, un concepto premium del Ferrocarril Chihuahua Pacífico.
Así, el Chepe se niega a enterrar la historia de los ferrocarriles de pasajeros en el país y junto con el futuro Tren Maya, encabezará una nueva historia de los trenes en México.
Texto de Arturo Monroy Hildegarde