Estonia, Letonia y Lituania refuerzan sus medidas de seguridad mientras se preparan para desconectarse del sistema energético controlado por Rusia
Los gobiernos de Estonia, Letonia y Lituania han elevado su nivel de alerta ante posibles represalias de Rusia, en el marco de su proceso de desconexión del sistema energético BRELL, el cual ha estado bajo control ruso desde la era soviética.
La sincronización con el sistema europeo está programada para el 9 de febrero, un paso que las tres naciones consideran clave para su independencia energética.
Según fuentes gubernamentales, se han reforzado las medidas de seguridad en infraestructuras críticas, incluyendo plantas de energía y redes de distribución, con el objetivo de prevenir posibles sabotajes o ciberataques. “Estamos preparados para cualquier escenario.
La independencia energética es una prioridad estratégica para nuestra región”, declaró Kaja Kallas, primera ministra de Estonia.
El Kremlin aún no ha emitido una respuesta oficial, pero analistas internacionales advierten que Moscú podría ver esta decisión como un desafío directo a su influencia en la región.
Mientras tanto, la OTAN ha reiterado su compromiso con la seguridad de los países bálticos y ha mantenido consultas con sus aliados para evaluar cualquier posible escalada de tensiones.