El mes pasado, ya se advertía a nivel nacional que Estados como Baja California, Chihuahua, Sinaloa, Yucatán y Quintana Roo estaban en alerta por escasez en el suministro de soluciones intravenosas. Entonces la Secretaría de Salud descartó que hubiera impactos.
Lucía Gómez Sánchez/ HIPTEX
TIJUANA.- El desabasto de insumos que mantiene en crisis al Hospital General de Tijuana obedece no sólo a la incapacidad de la Secretaría de Salud de dar respuesta a la alta demanda por el número creciente de servicios, sino también a problemas con los particulares de proveeduría, que no están surtiendo adecuadamente sustancias tan importantes como las soluciones intravenosas.
Lo anterior, como parte de las consecuencias de un problema que ya se vive en todo el Norte de la República, por la migración de envasado que han tenido que hacer las empresas dedicadas a la distribución de este tipo de medicamentos.
El mes pasado, ya se advertía a nivel nacional que Estados como Baja California, Chihuahua, Sinaloa, Yucatán y Quintana Roo estaban en alerta por escasez en el suministro de soluciones intravenosas para 700 hospitales, clínicas y centros de salud debido a que las empresas empacadoras migran del envasado tradicional de PVC al envasado de polietileno de baja densidad. En su momento, cuestionada al respecto la Secretaría de Salud de Baja California descartó un impacto por el tema.
No obstante, el miércoles en la rueda de prensa que ofreció la dirección y Junta de Gobierno del Hospital General de Tijuana tras las manifestaciones de médicos por la falta de insumos y medicamentos, Clemente Humberto Zúñiga Gil, director de la institución médica, reconoció que han tenido problemas con el surtimiento de soluciones.
“Los mismos proveedores no tienen el insumo que nosotros requerimos; esto sucedió con las soluciones, donde uno de los proveedores dejó de producir soluciones y los otros no se dieron abasto para surtir lo que se requería por parte de los hospitales”, dijo.
No somos el único hospital que está sufriendo en abasto de soluciones actualmente, agregó, y no es la única institución que lo hace por el cambio en la producción de los proveedores, que afortunadamente ya se está resolviendo estos días. A principios de 2018, la Administración de Alimentos y Medicamentos en Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), hizo un llamado al gobierno estadounidense para migrar la fabricación de sueros envasados en la nueva tecnología de polietileno de baja densidad, provocando una baja en la producción del 20 por ciento.
A pesar de ese percance, Zúñiga Gil admitió que la principal razón del desabasto es el consumo.
Hay gran demanda y al haber mucho consumo no hay abasto que dure, afirmó, aunque la intención es que los insumos lleguen al ritmo que se consumen y no exista desfase. La alta demanda es en medicamento, pero también en insumos de material de curación, catéteres, vendas de yeso, donde el desabasto es mayor.
Sostuvo que el incremento en atenciones del Hospital General es variable; en los últimos dos años ha crecido más de 10 por ciento.
El nosocomio atiende a 600 mil habitantes con una infraestructura acorde a la demanda de hace más de tres décadas. Personal médico del nosocomio que declaró bajo anonimato dijo que en algunos servicios ha habido necesidad de pedir insumos prestados a otras instituciones médicas para poder seguir brindando atención a los pacientes, porque están trabajando con entre 10 y 20 por ciento de lo que necesitan.
Por su parte, el director del Hospital General de Tijuana reconoció que hay desabasto y actualmente tienen disponible 60 por ciento de medicamento y alrededor de 40 por ciento de material de curación, por lo que realizan gestiones para incrementar la reserva.
La escasez afecta la atención de cirugías y ha obligado a suspender algunas por falta de soluciones.
Médicos denunciaron que recientemente un paciente crónico perdió la vida porque no contaban con lo necesario para hacer frente a su emergencia. (lgs)