Baja California ha logrado avances importantes en la solución de crisis ambientales, como la reconstrucción de la planta de tratamiento de aguas residuales de Punta Bandera, en Tijuana, pero no es suficiente

TIJUANA.- Baja California es uno de los pocos estados mexicanos que aún no cuenta con una Estrategia Estatal de Biodiversidad (EEB), una herramienta esencial para la conservación y el uso sustentable de los recursos naturales en México.

Este documento estratégico tiene el objetivo de adaptar las políticas nacionales de biodiversidad a las necesidades y realidades locales, coordinando acciones efectivas para la protección del entorno.

La EEB recopila el conocimiento científico y técnico disponible en instituciones académicas, centros de investigación y agencias gubernamentales, y diseña políticas de conservación que incluyen el manejo sustentable de la flora, la fauna y los recursos hídricos, así como la protección de especies en peligro de extinción y la restauración de hábitats clave.

Además, promueve la educación ambiental y la participación comunitaria, fundamentales para una gestión ambiental responsable y sostenida. Sin embargo, aunque la mayoría de los estados de México han implementado su EEB, Baja California aún carece de esta herramienta, lo cual limita su capacidad de coordinar esfuerzos y aprovechar recursos naturales de manera eficaz.

Los recursos hídricos son parte de la EEB y según el Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX), en este tema Baja California ha tenido avances importantes en la resolución de crisis ambientales, como la reconstrucción de la planta de tratamiento de aguas residuales de Punta Bandera en Tijuana, que busca reducir la contaminación marina causada por el vertido de aguas residuales. “Vale la pena reconocer el esfuerzo de los gobiernos estatal y federal en la nueva planta de aguas residuales en Punta Bandera”, afirmó el IBQ José Carmelo Zavala Álvarez.

“Hoy se está construyendo una nueva planta, con tecnología de lodos activados y una capacidad de 800 litros por segundo. Sin embargo, nos preocupa que la capacidad sea menor a la anterior, que podía tratar hasta 1,100 litros por segundo. Aunque es un avance, creemos que, en 30 años, con el aumento de población y generación de aguas residuales, esta capacidad podría no ser suficiente”, añadió Zavala Álvarez.

El experto ambiental y egresado del Programa LEAD por El Colegio de México, explicó que una posible razón de la reducción en la capacidad de la planta es la apuesta de México por la próxima ampliación de la planta binacional de tratamiento de aguas residuales, que pasará de 1,100 a 2,200 litros por segundo en los próximos cinco años.

Zavala Álvarez también destacó la necesidad de establecer un sistema estatal de áreas naturales protegidas. “Creo que estas áreas protegidas, de alto valor ambiental, deben articularse como corredores biológicos, con diferentes categorías, pero con un enfoque común de protección y conservación de los recursos naturales”, detalló.

El director del CIGAMX reiteró la importancia de abordar la biodiversidad desde la perspectiva del agua en el contexto de la Cumbre Mundial de Biodiversidad, la COP 16, que concluyó el pasado sábado en Cali, Colombia, donde México tuvo una participación significativa.

“La biodiversidad es la base de toda economía y de nuestras construcciones socioculturales. Dependemos de la naturaleza, formamos parte de ella, y es fundamental analizar cómo aprovechar los recursos naturales de manera sustentable para que no se agoten”, planteó Zavala Álvarez.

Desde la sociedad civil, el CIGAMX promueve el intercambio de información y la construcción de capacidades a través del Seminario Permanente para el Desarrollo Sustentable, que se lleva a cabo todos los miércoles en línea, con el objetivo de fomentar el desarrollo sustentable en la comunidad.