Las pérdidas económicas al día por la huelga portuaria en EU están entre 1 y 5 mil millones de dólares y genera gran impacto en la exportación e importación de alimentos. autos y electrónicos
TIJUANA.- La huelga portuaria en los puertos de la Costa Este y Golfo de Estados Unidos, que inició el 1 de octubre pasado, ha interrumpido gravemente las cadenas de suministro tanto a nivel nacional como internacional. Se estima que las pérdidas por día oscilan entre mil y 5 mil millones de dólares, impactando directamente el movimiento de bienes esenciales como alimentos, automóviles y productos electrónicos, indicó el Dr. Ignacio Casas Fraire, Coordinador de la Licenciatura en Logística Internacional de CETYS en Tijuana.
¿Qué es lo que pasa? Aproximadamente 45,000 estibadores, representados por la International Longshoremen's Association (ILA), cesaron sus labores debido a un estancamiento en las negociaciones con la United States Maritime Alliance (USMX), que agrupa a las principales líneas navieras y operadores de terminales. Los trabajadores demandan un aumento salarial del 77% en un contrato de seis años, así como mayores protecciones contra la automatización de los puertos, la cual, temen, podría reducir significativamente los empleos.
“Esto ha generado preocupación entre los minoristas, especialmente en vísperas de la temporada navideña, aunque muchos de ellos ya habían adelantado las importaciones para mitigar el impacto”.
El académico y experto CETYS agregó que la situación es crítica, no sólo por los bienes perecederos que podrían escasear, sino también por el incremento de los costos logísticos. Desde diciembre de 2023 hasta junio de 2024, las tarifas de fletes spot entre Asia y Estados Unidos aumentaron más de un 300%, además que las principales líneas navieras han adelantado que a mediados del presente mes, si la huelga continua, podría haber aumentos de 1,000 a 1,500 dólares adicionales al costo del flete, encareciendo las operaciones y afectando a las empresas que dependen del comercio marítimo.
“A pesar de los esfuerzos de algunos actores para redirigir sus operaciones a otros puertos o utilizar transporte aéreo, la huelga amenaza con extender las repercusiones en las cadenas de suministro hasta finales de 2024”, expresó el docente de CETYS en Tijuana.
Explicó que, la respuesta del gobierno de Joe Biden ha sido prudente, optando por no intervenir directamente a través de la Ley Taft-Hartley, que podría forzar a los trabajadores a regresar a sus puestos. En su lugar, la administración ha instado a las partes a negociar de buena fe. No obstante, más de 200 grupos empresariales han solicitado una intervención gubernamental más firme, ya que el paro podría agravar la recuperación económica posterior a la pandemia, generar inflación y complicar la economía estadounidense, considerando las elecciones por venir y la temporada de compras.
¿Oportunidad para México?
El Dr. Ignacio Casas Fraire, consideró que podría ser una gran oportunidad para México si contara con una infraestructura portuaria más eficiente, ya que podría actuar como un puente estratégico para el comercio entre Europa y Estados Unidos, así como entre Asia y Estados Unidos.
“A nivel legal, el país ya cuenta con mecanismos como el Régimen de Tránsito Internacional, que permite movilizar mercancías a través de transporte terrestre desde Estados Unidos hacia los puertos mexicanos, tanto para exportación como para importación. Sin embargo, el principal obstáculo radica en la limitada capacidad operativa de los puertos mexicanos, que no están preparados para manejar eficientemente grandes volúmenes de contenedores. Esto reduce la posibilidad de apoyar eficazmente a Estados Unidos en sus operaciones logísticas”, lamentó.
Aunque la oportunidad está presente, al igual que con el nearshoring, México corre el riesgo de no capitalizar estas ventajas debido a la falta de infraestructura adecuada. Para que el país pueda aprovechar este potencial, sería crucial que las autoridades y el sector privado consideren seriamente la inversión en el desarrollo y modernización de los puertos mexicanos. Mejorar esta infraestructura permitiría a México convertirse en un actor clave en las cadenas de suministro globales. Esta inversión no sólo fortalecería la posición de México como un centro logístico, sino que también brindaría mayores oportunidades de crecimiento económico y mayor competitividad.