Científicos en la Universidad de California, Berkeley, han desarrollado plásticos “vivos” que se descomponen rápidamente en condiciones de compostaje o erosión, ofreciendo una solución innovadora a la crisis de contaminación plástica global. Estos materiales mantienen su durabilidad durante el uso, pero se degradan de manera eficiente una vez desechados

Un equipo de científicos ha presentado un avance significativo en la lucha contra la contaminación plástica al desarrollar plásticos “vivos” que se degradan rápidamente cuando se exponen a condiciones de compostaje o erosión. Esta innovación, desarrollada en un laboratorio en Estados Unidos, tiene el potencial de reducir drásticamente la acumulación de desechos plásticos en el medio ambiente.

Los nuevos plásticos contienen esporas diseñadas que permanecen inactivas durante el uso del material, pero se activan en el entorno adecuado para acelerar su descomposición. Este enfoque permite que el material mantenga su durabilidad mientras está en uso, pero se degrade rápidamente una vez desechado, eliminando así uno de los mayores problemas asociados con los plásticos tradicionales.

La investigación, liderada por un grupo de científicos especializados en biotecnología, se llevó a cabo en la Universidad de California, Berkeley. Los resultados indican que estos plásticos vivos podrían integrarse en la fabricación de productos cotidianos, reduciendo el impacto ambiental y proporcionando una alternativa sostenible a los plásticos convencionales.

Este desarrollo es especialmente relevante en el contexto de la creciente preocupación global por la contaminación plástica, que afecta tanto a los océanos como a la tierra. Los investigadores creen que esta tecnología podría ser clave para reducir la huella ecológica de los productos plásticos en todo el mundo.