Familiares de desaparecidos convirtieron “La Gallera”, donde “El Pozolero” deshizo cientos de cuerpos en sosa cáustica, en un lugar bendecido dónde recordar, rezar y llorar a los suyos.
Redacción/ HIPTEX
TIJUANA.- El mismo predio donde Santiago Meza López “El Pozolero” disolvió en ácido más de 300 cuerpos de personas, ahora está convertido en un parque memorial donde familiares de desaparecidos buscan ir a recordar, rezar y llorar la ausencia de sus seres queridos, cuyo paradero es incierto desde hace años.
Decenas de nombres fueron colocados en placas con fechas de desaparición de personas que en su mayoría eran hijos, pero también padres y esposos.
Casi todos los desaparecidos son hombres, muchos jóvenes, aunque también hay casos de mujeres con roles igualmente importantes que dejaron hijos en la orfandad y padres y parejas también destrozados por su ausencia.
El nuevo parque memorial, inaugurado el jueves con una misa oficiada por el arzobispo Francisco Moreno Barrón, es el lugar bendecido que los familiares de desaparecidos buscaban como refugio simbólico de los suyos.
Se ubica en el predio conocido como “La Gallera”, en el ejido Maclovio Rojas, al Este de la ciudad, donde desde 2011 fueron encontradas fosas clandestinas con restos humanos imposibles de identificar debido a su contaminación con sosa cáustica.
En 2009, cuando Santiago Meza López fue detenido, declaró trabajar para Teodoro García Simental, alias “El Teo”, uno de los criminales identificados como responsables de la mayor ola de violencia registrada en la ciudad y que tuvo lugar a finales de la década pasada.
Si bien actualmente existe una gran cantidad de homicidios que incluso supera a los registrados entonces; durante los últimos tres años de la década pasada el desborde de la violencia en la ciudad incluía balaceras cotidianas, secuestros, levantones, desapariciones forzadas, extorsiones y delitos que ahora repuntan, pero aún no alcanzan dichos niveles.
Los cuerpos de muchas víctimas de este tipo de crímenes fueron deshechos en ácido por Meza López, quien declaró que los hacía “pozole” bajo las órdenes de García Simental. De ahí se le atribuyó el apodo de “pozolero”.
El memorial, iniciativa de la asociación Unidos por los Desaparecidos, se inauguró el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
Los integrantes de la asociación, en su mayoría padres de las víctimas, siguen exigiendo a las autoridades la búsqueda de los suyos hasta que aparezcan. Coinciden en que nunca superarán el dolor de tener uno o hasta varios hijos con paradero es incierto y no renuncian a seguirlos buscando. (lgs)