Habitantes enardecidos los sacaron por la fuerza de la comandancia de la Policía Municipal hacia donde habían sido llevados por agentes para resguardarlos, después de ser golpeados por los pobladores.

PUEBLA.- Dos campesinos murieron quemados por una comunidad enardecida que les prendió fuego vivos, acusándolos de robar niños. El de la tarde de este miércoles se convirtió en el octavo linchamiento en lo que va del año en Puebla.

Los campesinos se encontraban bajo custodia de autoridades municipales de Acatlán, en la comunidad San Vicente Boquerón, pero los pobladores los sacaron por la fuerza de la cárcel para rociarlos de gasolina y prenderles fuego al lado de la Presidencia Municipal, cuya campana hicieron resonar para congregarse.





Las autoridades procuradoras de justicia descartaron que las víctimas, Alberto Flores Morales de 53 años de edad y Ricardo Flores Rodríguez de 22, hubieran cometido delito alguno cuando fueron detenidas por pobladores al transitar en una camioneta Ford Explorer negra en la que aseguraban se llevaban a los menores.

Quedaron bajo custodia de la autoridad municipal a manera de protección, debido a que los habitantes los acusaban de intentar robar niños y habían comenzado a golpearlos.

Sin embargo, una vez en la comandancia municipal, centena y media de personas se congregaron en la plaza tras el resonar de la campana de la presidencia y decidieron ir a recuperar a los hombres, quienes temían fueran liberados por falta de pruebas.

Los sacaron por la fuerza y les prendieron fuego, a uno lo rociaron con gasolina para que las llamas crecieran y grabaron los hechos con sus celulares hasta que los hombres murieron calcinados.

Alberto y Ricardo eran habitantes de la comunidad de Tianguistengo, se dedicaban a la agricultura y habían acudido a realizar mandados a San Vicente, de acuerdo a las autoridades municipales al momento de ser detenidos despedían olor a alcohol.

Ricardo, el más joven, dejó tres hijos en la orfandad, entre ellos una niña recién nacida. Las autoridades han descartado que alguno de los linchados fuera delincuente.

El del miércoles es el segundo caso de linchamiento en dos años en San Vicente Boquerón.

Ante la gran cantidad de linchamientos, en Puebla se cuenta con un protocolo para la búsqueda de soluciones pacíficas, mismo que esta vez no fue puesto en marcha por las autoridades que entre el 15 y 19 de agosto pasados salvaron a 14 personas de morir linchadas en diferentes partes de la entidad.