En sus casi dos horas de duración, la cinta de Gunn nos sumerge en un espiral de situaciones tensas que tienen sus respiros para tener ciertos momentos cómicos que aligeran la problemática, así como también logran llenarnos de ternura
CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS.- La nueva película de Sony Pictures, “Ángeles Inesperados”, dirigida por Jon Gunn y protagonizada por Hilary Swank y Alan Ritchson, promete ser una de las cintas más conmovedoras de este año, pues al ser basada en una historia real, llega hasta las fibras más sensibles de la audiencia.
La trama se centra en la familia Schmith, conformada por un padre viudo y sus dos hijas, quienes atraviesan un momento difícil, pues tras la muerte de su madre por una letal enfermedad, se ven envueltos por una situación económica atiborrada de deudas que no parecen tener solución, ya que, Michelle, la hija menor, enfrenta una complicación médica que de no tratarse pronto podría tener un trágico final, sin embargo en su dolor, aparece Sharon, una peluquera dispuesta a darlo todo con tal de salvar la vida de la pequeña.
Si bien la película llega a tornarse cursi por momentos, va atrapando al espectador conforme avanza, pues gracias a las actuaciones del todo el elenco (quienes denotan una química increíble en pantalla), logras adentrarte de lleno a la situación y preocuparte por el destino de esta familia necesitada de ayuda.
Hilary Swank demuestra una vez más su talento en la gran pantalla y logra cautivar con su convincente acento sureño, y se lleva por completo la película con su gran carisma que llega a tornarse emocional conforme conocemos más de su personaje.
Por otro lado, Alan Ritchson mantiene una actuación igual de formidable, teniendo una química sin igual con las pequeñas actrices que interpretan a sus hijas en la cinta, pues nunca dudas del amor incondicional que les tiene y todo lo que está dispuesto a hacer con tal de no perder a otro ser querido.
En sus casi dos horas de duración, la cinta de Gunn nos sumerge en un espiral de situaciones tensas que tienen sus respiros para tener ciertos momentos cómicos que aligeran la problemática, así como también logran llenarnos de ternura en escenas entre las niñas y Swank.
Sin embargo, en ocasiones cae en lo repetitivo con argumentos específicos, que logran pasar desapercibidas por el bien ritmo que consigue la edición de la cinta, acompañada en momentos por un soundtrack de los 90’s con algunas canciones reconocidas.
Sin duda es una película que puede disfrutar cualquier persona y hasta tener un momento demasiado sentimental; y aunque el título podría hacer parecer que la película tiene otro enfoque, cuenta la historia de la familia Schmith de una manera única que logra empatizar con los espectadores, en quienes dejan también una reflexión ligada a las situaciones médicas delicadas que necesitan tener mayor difusión.