Aunque muchos atribuyen la depresión postparto al embarazo por sí solo, hay factores durante y posterior a la gestación que pueden complicar la depresión

TIJUANA.- Es importante recordar que ser madre, si bien es una etapa emotiva para las mujeres, no es color de rosa. La maternidad conlleva cambios biológicos, químicos en el cerebro, sociales, laborales, económicos, depresión y estrés, todos estos factores pueden llevar a una depresión, recordó la Mtra. Ariana Fuentes Valenzuela, coordinadora de la Maestría en Neuropsicología de CETYS en Tijuana.

A propósito de la conmemoración del Día de las Madres, la académica refirió que se ha normalizado y romantizado esta etapa que viven las mujeres. Aunque muchos atribuyen la depresión postparto al embarazo por sí solo, hay factores durante y posterior a la gestación que pueden complicar la depresión.

“El embarazo por sí solo genera cambios en el cerebro y afecta directamente las conductas. Lo triste es que cuando las mamás llegan a consulta, se les explica qué es la depresión postparto y entonces entienden que tal vez pasaron por ella y entonces no entran en la estadística de depresión postparto, es muy frecuente que pase”, mencionó.

La depresión postparto se considera que ocurre durante los primeros 12 meses de vida del bebé, sin embargo, si no se atiende o reconoce, podría extenderse.

“Hay que desmitificar ser madres, se tiene que hablar abiertamente y sin juzgarlas de los retos que representa. Es difícil, retador, requiere cambios, apoyos y hasta políticas públicas, ya que hay países como los nórdicos que consideran la depresión postparto como problema de salud pública, por lo que son necesarias políticas públicas que lo atiendan”, consideró.4 RECOMENDACIONES

La Mtra. Ariana Fuentes Valenzuela dio 3 principales recomendaciones:

Actividad física: Esto no quiere decir ejercicio; realizar actividades físicas desde casa, como caminar o bailar, por ejemplo, va a ayudar a nivelar la química del cuerpo. Es decir, ayudará a regular la endorfina, serotonina y oxitocina, que se ven alteradas con el embarazo. Además de ayudar al estrés y la ansiedad.

Atención psicológica y/o psiquiátrica: Es importante atender la depresión con un especialista que coadyuve a sobrellevar la maternidad y, en caso necesario, tomar medicamentos, aunque exista mucho tabú en torno a los tratamientos psiquiátricos. Regularmente, estos se recetan considerando las afecciones químicas por las que están pasando.

Dormir: Atender a los recién nacidos puede llevar a muchos desvelos o a una mala higiene del sueño; se debe buscar que la mamá descanse lo mejor posible, repare sus energías y descanse mentalmente.

Tener una red de apoyo: Esto incluye involucrar más a los padres en la etapa del recién nacido para que no toda la responsabilidad recaiga en la mamá. También es importante contar con ayuda de familiares y amigos cercanos que disminuyan la sobrecarga que podrían enfrentar.

Por último, la académica recomendó a la población en general no juzgar a las mamás cuando se expresan al sentirse mal, ya que criticarlas podría aumentar su ansiedad o avergonzarlas al punto de autocriticarse como malas madres.