Esto lleva a las personas pueden sentirse avergonzadas o culpables de su condición, lo que a menudo dificulta la búsqueda de ayuda y tratamiento adecuados, esto puede llevar a un empeoramiento de los síntomas y al aislamiento social
ENSENADA.- El cuidado de la salud mental de los adolescentes y jóvenes es una preocupación crucial en la sociedad actual. La etapa de la adolescencia y la juventud se considera un momento crítico y desafiante para fomentar la salud mental, dado el conjunto de cambios físicos, emocionales y sociales que definen esta etapa.
Actualmente, se estima que alrededor del 20% de la población joven/adolescente presenta algún trastorno mental. Aunado a las repercusiones que las características intrínsecas del trastorno mental pueden tener en la vida de una persona, existe otro factor significativo que agrava la situación: el estigma social.
De acuerdo con el Dr. Arturo Ron, coordinador de la Maestría en Neuropsicología de CETYS Universidad Campus Internacional Ensenada, a pesar del aumento constante en la incidencia de trastornos mentales en la población joven, todavía existen actitudes estigmatizadoras hacia estas afecciones. A medida que los problemas de salud mental se vuelven más frecuentes, se estima que aproximadamente la mitad de las personas que experimentan estos trastornos han enfrentado algún tipo de estigmatización o discriminación.
“Cuando hablamos de estigma, nos referimos a la discriminación y el prejuicio negativo que enfrentan las personas con trastornos mentales debido a la falta de comprensión, miedo o estereotipos arraigados en la sociedad. Este estigma puede acentuar de manera significativa el impacto de los trastornos mentales en la vida del individuo que lo padece, explica el Dr. Arturo Ron.
Asimismo, el experto CETYS comenta que el estigma puede manifestarse de diversas maneras, como la exclusión social, la burla, la falta de apoyo o incluso la discriminación en el ámbito laboral, social, familiar y educativo. Las personas que enfrentan el estigma pueden sentirse avergonzadas o culpables de su condición, lo que a menudo dificulta la búsqueda de ayuda y tratamiento adecuados. Esto, a su vez, puede llevar a un empeoramiento de los síntomas y al aislamiento social, lo que agrava aún más la situación.
“Para abordar este problema, es esencial promover la educación y la concienciación sobre la salud mental en la sociedad en general. Esto puede ayudar a desafiar los estereotipos y prejuicios asociados con los trastornos mentales y fomentar un entorno más comprensivo y solidario. Además, es fundamental que las instituciones educativas y los lugares de trabajo implementen políticas de inclusión y apoyo para las personas con trastornos mentales, de manera que se sientan seguras y respaldadas para buscar el tratamiento necesario y llevar una vida plena a pesar de su condición”, comparte el Dr. Arturo Ron.
Finalmente, el experto CETYS comparte que la disminución del estigma en relación con la salud mental representa un esfuerzo colectivo que no solo alivia la carga emocional y psicológica que enfrentan los jóvenes que padecen algún trastorno mental, sino que también puede incidir de manera significativa en su capacidad de adaptarse al entorno y mejorar su pronóstico de tratamiento.