Gloria Miramontes y Jorge Salazar son ubicados como los Caballos de Troya del diputado Bernardo Padilla.
Por: Alberto SARMIENTO / HIPTEX
No sin razón se asegura que el partido creado por Andrés Manuel López Obrador, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) es el “nuevo PRI”, por el hecho que muchos priistas resentidos o desplazados ahí se han refugiado para poner a salvo sus aspiraciones políticas, unos amparados con alguna candidatura o con la mira puesta en conseguirla en un futuro no lejano.
En Baja California, como a lo largo y ancho del País, la fuga de priistas a MORENA ha sido parte de la actual contienda electoral.
En la entidad ejemplos hay muchos. Ahí están Erick Morales, gente de René Mendivil; Luis Javier Algorri, de Jorge Hank Rhon, Antonio Serret de Fernando Castro Trenti, Héctor Cruz de Carlos Bustamante Anchondo, Gloria Miramontes y Jorge Antonio Salazar, del diputado Bernardo Padilla Muñoz.
Todos ello son solo algunos “distinguidos” militantes del tricolor que han tenido el cobijo de Jaime Bonilla, la mano que mece la cuna en MORENA de Baja California.
Sin embargo, al interior de MORENA no todos los priistas han sido recibidos con la confianza que debe tener un nuevo aliado. Entre los directivos del partido de AMLO ha despertado cierta suspicacia el actuar de algunos supuestos tránsfugas del tricolor.
Dos ejemplos, nos dicen, son seguidos con lupa por la dirigencia estatal de MORENA: Gloria Miramontes y Jorge Antonio Salazar, hasta hace unos meses gente cercana al diputado Bernardo Padilla, ambos otrora operadores del tricolor en la populosa colonia Sánchez Taboada, convertida en bastión del PRI por varios años.
Ambos personajes no han sido aceptados del todo en MORENA, ya que lejos de verlos como aliados son considerados como infiltrados del PRI, y en especial de Bernardo Padilla en ese partido para obtener información precisa de los movimientos que tanto Héctor Cruz como Jaime Bonilla, los candidatos a diputados por el distrito 8 y al senado de la república por MORENA, llevan a cabo precisamente en esa demarcación electoral.
Para no pocos directivos de MORENA, tanto Gloria Miramontes como Jorge Salazar forman parte del Caballo de Troya que “El Berny” Padilla envió a MORENA para descarrilar el proyecto del partido de AMLO en el distrito 8, donde el legislador priista tiene una grande influencia, para apoyar a José Antonio Meade, Alejandro Arregui y Mario Mario Madrigal Silva.
Aunque Gloria Miramontes Sánchez ha sido distinguida en varios eventos importantes de MORENA, como en la presentación del Plan Alternativo de Nación, en el que ocupó un lugar en el presidium e incluso hizo uso de la voz, el recelo de los morenistas es muy grande, en especial de Jaime Bonilla, quien no les ha confiado injerencia alguna en el manejo de la estructura de MORENA, porque lejos de verle como una nueva aliada la ubica como una infiltrada, lo que suena algo muy parecido a traidora.