En busca de mejores condiciones y salarios, el sindicato de actores de Hollywood decidió detener la realización y promoción de series y películas; la decisión también repercute en mexicanos
LOS ANGELES, CALIFORNIA.- Desde hoy, los sets de cine y tv en Estados Unidos estarán vacíos. No más camerinos ocupados o elementos de seguridad cuidando a los protagonistas de películas y series, tampoco premieres con presencia de talento. La bandera rojinegra actoral ha caído en Hollywood, cuya onda expansiva afecta al talento global, incluido el mexicano.
Tras cinco semanas de negociaciones entre el sindicato de actores (SAG-AFTRA, en inglés) y la asociación de productores (AMPTP), el primero decidió comenzar una huelga con sus 160 mil miembros, de una magnitud que no se daba desde 1980; la primera de su tipo, además, desde hace 63 años.
Los actores se suman a los más de 11 mil guionistas que desde mayo tiraron la pluma buscando presionar por mejores condiciones laborales.
“Somos víctimas de una entidad extremadamente codiciosa. Estoy asombrada por la forma en que las personas con las que hemos estado haciendo negocios nos están tratando. ¿Cómo pueden alegar pobreza, que están perdiendo dinero a diestra y siniestra, mientras entregan cientos de millones de dólares a sus CEOs? ¡Es repulsivo! ¡Debería darles vergüenza!”, dijo la actriz Fran Drescher, presidenta del sindicato.
Duncan Crabtree-Ireland, director ejecutivo del sindicato, aseguró que es una medida necesaria dados los cambios que en la industria han surgido, por ejemplo, por la entrada de servicios de streaming.
“Este es el tipo de huelga que asegura que los medios de vida de nuestros miembros no sean arrebatados por la IA, que a medida que esta industria cambia su modelo de negocio de nuestros miembros no se quede atrás; que dice que nuestros miembros no van a recibir menos dinero seis años después por la inflación”.
La huelga no atañe únicamente a artistas de ese país, pues cientos de ellos provienen de distintas naciones como México y pueden desempeñar su trabajo en sus lugares de origen o dedicarse a otros países.
La pléyade de artistas nacionales que trabajan en Estados Unidos incluye a Diego Luna, cuyo rodaje de la segunda temporada de Andor se desconoce; Karla Souza, Ana de la Reguera, Stephanie Sigman y Paola Núñez; así como Raúl Méndez, quien en redes colgó su número de sindicalista con la leyenda “on pause” (“en pausa”).
Además, algunos estaban por firmar contrato para proyectos, y todo se ha detenido. Fernanda Romero, quien recientemente terminó Wolf Mountain con Danny Trejo (Machete) y Xmas Gamble, con Michael Madsen (Kill Bill), califica de triste y deprimente la situación actual.
“Los actores tenemos un trabajo inestable, tenemos algunos meses y otros no, y más siendo latino la cosa se complica ahora con esto”, dice.
La ventaja para ella es que la decisión de huelga no recae en la publicidad, otra entrada de dinero: “Estoy por sacar una canción, eso ayuda a amortiguar un poco todo”, apunta.
Vico Escorcia (¡Que viva México!) es una de las jóvenes mexicanas radicada en Los Ángeles. Ha trabajado en proyectos como Brut force, al lado de Patricia Velázquez (La momia) y Endgame, corto protagonizado al lado de Joseph Gordon-Levitt. No pertenece al sindicato, pero se solidariza enteramente con sus peticiones porque las cree necesarias.
“Creo 100% en los ideales que están peleando y tengo la fortuna de poder seguir trabajando en mi país en lo que se arregla esto”, expresa.