"Los miembros en servicio de la Guardia Nacional de California no podrán involucrarse en hacer cumplir cualquier ley migratoria, arrestar a personas por violaciones de leyes migratorias, vigilar a personas arrestadas por violaciones migratorias o apoyar actividades para hacer cumplir leyes migratorias", recoge el documento firmado por Brown.
WASHINGTON, DC.- Después de que el gobierno de California anunciara un acuerdo, que calificó de "falsa" por no ir destinado a la detención de migrantes, el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguro que no pagará el envío de las tropas de la Guardia Nacional a la frontera con México.
Jerry Brown, gobernador de California, anunció que serán enviadas "400 tropas de la Guardia Nacional para hacer nada".
El índice de crimen ya es suficientemente alto en California y el gobierno federal no va a pagar la farsa del gobernador Brown" dijo el mandatario en su cuenta de Twitter.
El presidente estadounidense añadió que el acuerdo anunciado por el estado es mera retórica y que no es lo que necesita el país: "Necesitamos seguridad fronteriza y acción, no palabras", incidió el magnate.
La orden de Brown, fechada el 18 de abril, especifica que este personal tendrá el objetivo de combatir "bandas criminales, traficantes de seres humanos y de armas ilegales y narcotraficantes", pero precisa que no podrán dedicarse a hacer cumplir leyes migratorias.
"Los miembros en servicio de la Guardia Nacional de California no podrán involucrarse en hacer cumplir cualquier ley migratoria, arrestar a personas por violaciones de leyes migratorias, vigilar a personas arrestadas por violaciones migratorias o apoyar actividades para hacer cumplir leyes migratorias", recoge el documento firmado por Brown.
Con estos cambios y ordenes, California –la cual es gobernada por demócratas- se uniría a los estado de Texas, Nuevo México y Arizona - gobernados por republicanos- en el envío de la Guardia Nacional después de que el Pentágono autorizara la llegada de hasta 4 mil militares a la zona.
Desde la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos, California se ha convertido en el Ejecutivo estatal más combativo y opuesto a las medidas de su gobierno, algo que se ha dejado ver en materia medioambiental, pero también migratoria con la declaración del territorio como "estado santuario".
De este modo, se opuso a colaborar con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de EU en la persecución de migrantes en situación irregular. La ley estadunidense prohíbe usar a los militares para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional, por lo que la Guardia Nacional tendrá un papel limitado en la frontera y no podrá dedicarse a detener migrantes que lleguen a la zona limítrofe.