Es necesario un esfuerzo transdisciplinario para identificar, conservar e investigar los recursos genéticos de la hortaliza, pues son de importancia mundial, resaltaron expertos y funcionarios en el evento Nuestra Riqueza: El Jitomate
CIUDAD DE MÉXICO.- La producción de jitomate representa uno de los subsectores más competitivos del país y ha convertido a México en una potencia agroexportadora, por lo que es importante redoblar esfuerzos en investigación y mejoramiento genético para que los productores obtengan mejores frutos a menor costo, resaltaron investigadores y funcionarios.
El académico de la Universidad de Guadalajara, Eduardo Rodríguez Guzmán, señaló que la diversidad genética del tomate en México –su principal centro de domesticación- no está descrita ni protegida, por lo que es necesario un esfuerzo transdisciplinario para identificar, conservar e investigar estos recursos genéticos de importancia mundial.
En el marco del conversatorio académico realizado como parte del evento Nuestra Riqueza: El Jitomate, el experto remarcó el potencial de la agrodiversidad del tomate como herramienta de investigación que puede ayudar a comprender la regulación ambiental de la bioquímica vegetal en diferentes climas.
Expuso que México cuenta con regiones y municipios donde se registran poblaciones nativas, cultivadas o silvestres bajo conservación in situ, que son almacenadas en bancos de germoplasma como La Frailesca, Chiapas; Juchitán de Zaragoza, Oaxaca; Sierra Norte y Tuxtepec, Oaxaca; Valles Centrales, Oaxaca y José María Morelos, Quintana Roo.
Por parte del Comité Nacional Sistema Producto Tomate, la consejera Magnolia Lugo Trinidad, detalló que se trata de la hortaliza que más se cosecha en todo el país, tanto para consumo nacional como para exportación, y se tiene el objetivo de aumentar el consumo per cápita, que actualmente es de 13.4 kilogramos.
El especialista de la Universidad Autónoma Chapingo, Juan Enrique Rodríguez Pérez, destacó la importancia económica de la hortaliza, que con el 16 por ciento de las exportaciones agropecuarias, se ubica como el tercer cultivo con mayor generación de divisas para el país, con 1.83 millones de dólares.
Además, dijo, México produce el 3.4 por ciento del volumen mundial de jitomate, lo que coloca al país como el noveno productor y el primer exportador (un millón 650 mil toneladas).
Expuso que el tomate posee diversas ventajas para su mejoramiento genético, por su facilidad para realizar cruzamientos, hacer propagación in vitro y efectuar ciclos reproductivos cortos (120 días), entre otros.
Estas características –comentó- abren una ventana de oportunidad para tener jitomate de mayor calidad (vida en anaquel, color, firmeza), resistente a enfermedades, a plagas y con mejor adaptación, además de mitigar el alto costo de semillas mejoradas y la dependencia a empresas trasnacionales.
El director general del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), Leobigildo Córdova Téllez, expresó que se implementa un modelo de sistemas locales de semillas, particularmente en el sur-sureste, para aprovechar la gran diversidad de materiales nativos y mejorar la productividad de los agricultores.
A través de alianzas entre todos los actores de la cadena de valor, los productores mexicanos podrán contar con especies de calidad competitiva en el mercado, a bajo precio, externó el funcionario.
Informó que actualmente se cuenta con 17 variedades de tomate registradas, a través de la inscripción en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales (CNVV) del SNICS.
La investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Campus Xochimilco, Laura Josefina Pérez Flores, destacó que, por sus propiedades nutrimentales, la hortaliza es excelente alternativa medicinal, pues se emplea para prevenir y combatir enfermedades como gripe, anemia, reumatismo o diabetes, entre otras.
Refirió que diversos estudios han comprobado sus características alcalinizantes, depurativas, diuréticas, digestivas, laxantes, desinflamatorias y remineralizantes, por lo que llamó a rescatar y caracterizar las variedades criollas y nativas que están tomando relevancia en México.
“Nuestra Riqueza” es un proyecto enfocado a reconocer a los productos agroalimentarios de México y en esta ocasión se enfocó en la producción de tomate o jitomate para promover el consumo, valorar sus beneficios en la salud, reivindicar su valor histórico y cultural, así como difundir la investigación científica que se hace en torno a esta hortaliza.
El pasado 22 de marzo se realizó la develación del billete conmemorativo de esta hortaliza, asimismo, se llevó a cabo el conversatorio académico en el que se comentaron las acciones que se efectúan para el fomento del cultivo, aplicación de buenas prácticas agrícolas y lo que se debe hacer con los productores para mejorar la cadena productiva y de valor del jitomate mexicano.