El tono de las conversaciones de la VI Cumbre de jefas y jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños subió de tono con la participación del presidente de Paraguay y con el de Venezuela
CIUDAD DE MÉXICO.- El tono de las conversaciones de la VI Cumbre de jefas y jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) subió de tono con la participación del presidente de Paraguay y con el de Venezuela.
Mario Abdo Benítez, presidente de Paraguay, dijo que su asistencia en la cumbre no era un reconocimiento para el gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
En tanto, Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay, criticó la situación que se vive en Cuba, Nicaragua y Venezuela, lamentó que no se respete la democracia, los derechos humanos y se repriman las protestas. Agregó también que su participación no significa que su gobierno sea complaciente con lo que sucede en otros países de la región.
“Decía el presidente (Andrés Manuel) López Obrador en sus palabras, algo que compartimos desde nuestro país que es la autodeterminación y la no intervención, pero uno de los elementos que impulsa y que es plataforma de la CELAC es la democracia y la democracia es el mejor sistema que los individuos tienen para ser libres, el estado más puro de una persona más pura es la libertad”, dijo.
El jefe de Estado aseguró tener “suficientes piedras que tirar contra algunos” de sus homólogos presentes, pero añadió que no fue a la reunión para eso, sino para “tender la mano para el trabajo, el diálogo y la unión”.
Además llamó al mandatario de Paraguay a abrir un debate, así lo hizo también con otros jefes de Estado, incluyendo al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los invitó también a seguir el proceso electoral en su país que será el próximo 21 de noviembre.
“Venezuela está lista para debatir de democracia, de libertades, de resistencia, de revolución y de lo que haya que debatir, de neoliberalismo, de cara a los pueblos, en transmisión en vivo y directo, en privado, como quieran”, les espetó.
También pidió este sábado “ir a la construcción de una nueva institucionalidad” de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
“Hay que ir a la construcción de una nueva institucionalidad de la CELAC, hay que retomar la que se empezó a construir porque, aquí, se empezó a construir una institucionalidad que empezaba a funcionar”, sugirió.
El gobernante venezolano, que viajó por sorpresa a México, subrayó que había un consejo de ministros de economía, otro social y un tercero de política que “funcionaba” y sus integrantes “hacían propuestas”.
“Había un diálogo interregional muy valioso; les propongo que retomemos, en términos inmediatos, los tres consejos de ministros más importantes”, agregó en referencia al social, económico y uno de cancilleres que “mantengan el rumbo y ritmo del consejo de ministros de lo político”.
A su juicio, existe “una contradicción” entre la Organización de Estados Americanos (OEA) y la CELAC y consideró que el segundo bloque es el camino de la región, ya que el primero ve, según su criterio, a América Latina como el “patio trasero” del continente.
“Propongo que se evalúe con mente fría, con equilibrio la constitución de una secretaria general de la CELAC, la dotemos de suficiente poder para que lleve las riendas”, apostilló.
En referencia a la propuesta de otros mandatarios, que propusieron fijarse en la Unión Europea (UE), planteó observar otras “buenas experiencias” como la Unión Africana o la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).
Todo ello porque, para Maduro, “la política internacional debe estar al servicio del derecho internacional, de los grandes intereses de la humanidad y de la región”.
“Debemos pasar la página del divisionismo que se instaló en la América Latina, del acoso a la revolución bolivariana y ahora del acoso incesante a la revolución cubana y nicaragüense, ese no es el camino”, aseguró.