TIJUANA.- “El deslizamiento de tierra que está ocurriendo en Lomas del Rubí nadie lo podrá parar, se tendrá que esperar a que llegue a su reposo y, hasta entonces hacer los trabajos de retención, si es que se determina hacerlo”, estableció Antonio Rosquillas Navarro.

El director estatal de Protección Civil, recordó que desde el 15 de mayo del 2015 a la fecha, es decir, en menos de tres años, han ocurrido siete deslizamientos de masa de terreno en Tijuana.

Y recordó que ninguno de estos deslizamientos han sido detonados por sismos o lluvias abundantes. Sin embargo, debido a la dinámica propia del tipo de deslizamiento, no ha habido daños personales, pero sí a la propiedad privada, vialidades y infraestructura.

Anexa Miramar, Sánchez Taboada, División del Norte, Valle Sur, Camino Verde y Emperadores, Anexa del Rio y, la más reciente, Lomas del Rubí, son los asentamientos de Tijuana que han sufrido deslizamiento de tierra.

En ese sentido, el funcionario explicó que se han tratado de lo que los expertos denominan deslizamientos rotacionales.

Este tipo de movimiento de terreno tiene la única ventaja, si es posible aplicar esa palabra, precisa Antonio Rosquillas, es que suceden extremadamente lentos, lo que permite poder advertir del fenómeno y ponerse a salvo.

De hecho, señala, si la autoridad informa adecuadamente a los afectados con días de anticipación o desde el mismo momento en que se le avisa sobre las primeras grietas, los residentes de la zona afectada pueden recuperar sus muebles y, a veces, hasta recuperar material o muebles de cocina, baño, puertas, ventanas, maderas… de las viviendas, antes de sucumbir al movimiento. 

Pero advierte, que una vez iniciado el deslizamiento, ya no hay manera de pararlo, para ello se requiere de inversiones millonarias, pero una vez que el propio deslizamiento ha llegado a su reposo natural, pero no durante el proceso natural de deslizamiento, como ocurre en el caso de Lomas del Rubí en estos momentos, apunta el director de Protección Civil de Baja California.