NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- La tormenta tropical Henri se dirigió hacia la costa noreste de Estados Unidos el domingo por la mañana, con fuertes vientos y lluvias que se proyectaba dejarían una amplia franja de devastación desde Nueva Jersey y Nueva York hasta Massachusetts.

La tormenta fue degradada de huracán a tormenta tropical, pero aún así se acumularon ráfagas de viento de hasta 75 mph. Las autoridades advirtieron sobre el peligro de inundaciones generalizadas en las áreas del interior, ya que se esperaba que la tormenta azotara el oeste desde la costa antes de regresar al noreste.

Millones en Long Island de Nueva York y en el sur de Nueva Inglaterra se prepararon para la posibilidad de inundaciones, árboles derribados y cortes de energía prolongados. Los residentes a lo largo y ancho de la costa esperaban librarse de la ira de la tormenta, pero estaban preparados para lo peor.

Las olas y las mantas de lluvia recorrieron las ciudades costeras del sur de Rhode Island a medida que se acercaba la tormenta, dejando algunas carreteras costeras casi intransitables. Algunos árboles pequeños ya habían caído por los vientos y la lluvia, que habían hinchado las ensenadas y arroyos locales.

La tormenta tenía vientos máximos sostenidos de 110 kph (70 mph), informó el Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. El domingo por la mañana, apenas por debajo del estado de huracán. Los vientos más altos medidos fueron de 121 kph (75 mph) frente a la costa de Rhode Island.

Los expertos advirtieron que la mayor amenaza de la tormenta probablemente no provenga del viento sino de la marejada ciclónica y las inundaciones tierra adentro, causadas por lo que se espera sean lluvias fuertes y sostenidas. Algunos de los totales de lluvia más altos se esperaban tierra adentro.

En una de sus últimas apariciones como gobernador antes de su dimisión a fines del lunes por un escándalo de acoso sexual , el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que con la disminución de la amenaza a Long Island, la principal preocupación del estado eran las áreas del interior como el valle del río Hudson, al norte de la ciudad de Nueva York, que se proyectaba recibiría pulgadas de lluvia durante los próximos días.