De todos los partidos políticos, AMLO suma adeptos y reparte candidaturas.

Por Albero SARMIENTO REYES / Hiptex

La “cargada” es una de las expresiones que forman parte del ADN del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en la que se refleja el apoyo “espontáneo” e “incondicional” hacia al candidato una vez que ha sido “elegido”, aunque más bien impuesto  a un puesto de elección popular.

Y aunque esa expresión sigue siendo práctica común en una de las instituciones políticas consideradas por Andrés Manuel López Obrador de formar parte de la “mafia del poder”, hoy día es el precandidato presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) es el principal beneficiado de esta añeja y cuestionada practica herencia del priismo del que alguna vez formó parte.

A lo largo de sus más de 12 años de campaña para ser presidente de la república, el tabasqueño no ha mostrado escrúpulo alguno en aceptar el apoyo de políticos provenientes de otros partidos.

Sin importar sus antecedentes, el solo hecho de sumarse a la “cargada” basta para ser redimidos. La lista es larga y sigue creciendo.

Los más recientes casos de la senadora Gabriela Cuevas, que renunció al Partido Acción Nacional (PAN) para sumarse al proyecto de AMLO, del nieto de la profesora Elba Esther Gordillo Morales, la otrora y poderosa dirigente magisterial, René Fujiwara, del ex futbolista y hoy alcalde dd Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, que aunque ha sido impulsado por el Partido Encuentro Social ha recibido el “aval” de López Obrador para que sea el candidato a gobernador en Morelos por la alianza que el PES con MORENA y PT.

Pero la “cargada” hacia la virtual candidatura de López Obrador seguramente se intensificará en las semanas por venir… 

Sumarse a quien se piensa tiene las mayores posibilidades de ganar una contienda es el origen de esta práctica de los priistas, quienes se volcaban en la “cargada” hacia el “elegido” luego del “dedazo”.

Aunque combate a la “mafia del poder”, López Obrador no tiene empacho en que las prácticas más cuestionadas del priismo formen parte de su proyecto al aceptar la suma y suma de militantes o simpatizantes de otros partidos, que como en el caso de Gabriela Cuevas hace apenas unos años haya sido una de sus más fervientes críticas.

El chiste es sumar, ya veremos después.

Pero estos “apoyos” no son ni tan espontáneos ni desinteresados. Cuauhtémoc Blanco recibe como premio que quien se perfilaba como candidato a la gubernatura de Morelos haya sido bajado por López Obrador.

Y así, cada político que ha renunciado al PRD, PAN, PRI… para sumarse al proyecto de AMLO han tenido su recompensa con candidaturas para los comicios federales de este año.

Y aunque, por cuestiones de los tiempos electorales, López Obrador no tenga candidaturas qué ofrecer a sus nuevos seguidores, el hecho que lidere las encuestas en la carrera presidencial, le permitirán ofrecer toda clase de posiciones en eñe gobierno que encabece, si gana o le permiten ganar la elección del próximo 1 de julio.

La “cargada” hacia López Obrador es reflejo de la apuesta de muchos políticos que lo ven como el candidato con más posibilidades de ganar… y aunque podamos cuestionar sus intereses no se puede negar que tienen mucha razón en su apuesta.