La votación de 93-2 le dio al presidente Joe Biden su segundo miembro del gabinete. Avril Haines fue confirmada el miércoles como la primera mujer directora de inteligencia nacional

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Lloyd J. Austin, un graduado de la academia militar de West Point que alcanzó los más altos grados del ejército estadounidense, cruzando barreras raciales en una carrera de 41 años, obtuvo el viernes la confirmación del Senado y es el primer afroamericano secretario de Defensa en el país.

La votación de 93-2 le dio al presidente Joe Biden su segundo miembro del gabinete. Avril Haines fue confirmada el miércoles como la primera mujer directora de inteligencia nacional. Se espera que Biden gane aprobación para otros en su equipo de seguridad nacional en los próximos días, incluyendo Antony Blinken como secretario de Estado.

Biden dependerá de Austin para restaurar la estabilidad en la cúpula del Pentágono, que pasó por dos secretarios de Defensa confirmados por el Senado y cuatro interinos durante la administración Trump.

La confirmación de Austin fue complicada debido a su estatus como general recientemente retirado. Requirió una exención de una prohibición legal de que un oficial militar sea secretario de Defensa antes de pasados siete años de su retiro. Austin se retiró en el 2016 tras ser el primer general afroamericano a cargo del Comando Central de Estados Unidos. En el 2012 fue el primer negro nombrado subjefe del estado mayor del Ejército, un puesto que le dio un conocimiento íntimo de los mecanismos internos del Pentágono.

La Cámara de Representantes y el Senado aprobaron la exención el jueves, despejando la vía para la votación de confirmación en el Senado.

Austin, un nombre corpulento de voz grave y una tendencia a evitar la publicidad, se describe a sí mismo como el hijo de un cartero y un ama de casa de Thomasville, Georgia. Ha prometido que expresará sin reservas sus opiniones al Congreso y al presidente.

En su audiencia de confirmación el martes, Austin dijo que no había buscado la nominación, pero que estaba listo para dirigir el Pentágono sin aferrarse a su estatus militar y con plena consciencia de que ser un funcionario nominado y miembro del gabinete requiere una perspectiva diferente y deberes únicos diferentes de una carrera en uniforme.

Como vicepresidente, Biden trabajó estrechamente con Austin en el 2010-2011 para reducir la participación militar estadounidense en Irak, cuando Austin era el comandante de las fuerzas en Bagdad.