Atrás quedaron sus problemas con Mark Zuckerberg, y a pesar de ser retratados como unos aristócratas carentes de ingenio, hoy presumen de tener una fortuna en Bitcoins de 1,300 mdd.
Vía/NewYorkTimes
Los gemelos Winklevoss se han trazado un camino poco ortodoxo hacia la fama dentro del mundo de los negocios en Estados Unidos.
Asistieron a la Universidad de Harvard y después participaron en competencias de remo durante los Juegos Olímpicos. Al mismo tiempo, enfrentaron una batalla legal contra Mark Zuckerberg sobre la propiedad intelectual de Facebook. En Red social, la película nominada al Oscar, se les retrató como unos aristócratas superados en ingenio por el nuevo e incipiente magnate de la tecnología.
Cameron, el hermano zurdo de los Winklevoss, y Tyler, el diestro, hicieron una apuesta arriesgada: usaron dinero de un acuerdo legal por 65 millones de dólares al que llegaron con Zuckerberg para llenarse de bitcoins. En 2013, esto los convirtió en los primeros millonarios de la moneda virtual, cuando al bitcoin se le conocía principalmente por ser una moneda para vendedores de drogas en línea.
Varias personas en Silicon Valley y Wall Street pensaron que los gemelos solo eran unos aficionados. Muchos aún los ven así. No obstante, el elevado valor del bitcoin en meses recientes está reivindicando a los hermanos, y bastante más que eso: recientemente su reserva de bitcoins se valuó en alrededor de 1300 millones de dólares.
“Convertimos la burla y el ridículo en una situación favorable para nosotros”, señaló Tyler Winklevoss en una entrevista.
No es claro cuán efímera será la reivindicación, o su fortuna. Muchos aficionados del bitcoin esperan una importante corrección en el alza de su valor.
En caso de que no ocurra otra cosa, la fortuna de los gemelos Winklevoss de 36 años es un recordatorio de que, de todos los pequeños inversionistas que incursionaron en los bitcoins este año, los mayores ganadores han sido unos cuantos de los tenedores que invirtieron desde el principio y tenían mucho dinero para empezar, quienes han estado en una montaña rusa de precios durante años (los investigadores creen que el misterioso creador del protocolo Bitcoin, Satoshi Nakamoto, tiene una reserva de bitcoins con un valor de cerca de 19.000 millones de dólares).
Algunos de estos nuevos multimillonarios en bitcoins están cambiando la moneda a efectivo y comprando Lamborghinis, equipos profesionales de hockey o incluso bonos de bajo riesgo. Sin embargo, los gemelos Winklevoss dicen que no tienen intenciones de diversificarse.
“Aún creemos que probablemente es una de las mejores inversiones en el mundo y lo seguirá siendo durante las décadas por venir”, afirmó Tyler Winklevoss. “Y si no lo es, preferimos vivir decepcionados que arrepentidos”.
Han recaudado cerca de 350 millones de dólares adicionales de otras monedas virtuales, la mayoría de ese dinero en la alternativa al bitcoin llamada ethereum. Los hermanos también son dueños mayoritarios de la casa de cambio que fundaron, Gemini, la cual es probable que lleve su participación conjunta a un valor superior a los 2000 millones de dólares, o lo suficiente para que cada uno de ellos sea considerado multimillonario.
No han vendido casi ninguna de sus participaciones originales. A pesar de que cada uno tiene un departamento en el centro de Manhattan, dicen tener una vida relativamente austera con pocos lujos. Cameron conduce una vieja camioneta y Tyler ni siquiera tiene automóvil.
“Nos sentimos muy cómodos en ambientes de alto riesgo con muy poca garantía de éxito”, señaló Tyler Winklevoss. “No me refiero a permanecer en este ambiente durante días, semanas o meses. Quiero decir año tras año”.
Vendieron algunas de sus monedas para financiar Gemini, una empresa cuyo nombre significa gemelos en latín. Al igual que el fondo Bitcoin cotizado en la bolsa, su experiencia con la dificultad de comprar bitcoins y almacenarlos de manera segura fue lo que motivó su inversión en Gemini.
Cada bitcoin reside en una ubicación a la que solo se puede ingresar con la contraseña correspondiente, o código privado. El problema con el sistema es que cualquier persona que obtenga un código privado puede tomar bitcoins con facilidad. Además, a diferencia del dinero que se retira de una cuenta bancaria, es prácticamente imposible recuperar el robo de bitcoins. Una gran cantidad de casas de cambio y carteras han perdido miles de millones de dólares en bitcoins de manera colectiva a manos de ladrones.
Los Winklevoss idearon un elaborado sistema para almacenar y asegurar sus propios códigos privados. Cortaron en pedazos impresiones de sus códigos privados y después las distribuyeron en sobres que colocaron en cajas de seguridad por todo el país, de manera que, si un ladrón robara un sobre, este no tendría el código completo.
En Gemini, crearon una versión de alta tecnología de este proceso para resguardar el dinero de los clientes. Ingresar a las carteras de la empresa requiere muchas firmas, las cuales vienen en dispositivos sellados de manera criptográfica que nunca se enlazan a internet.
Las autoridades regulatorias de Nueva York le otorgaron una licencia a Gemini, la cual le permite mantener bitcoins de bancos regulados y gestores de activos: algo que en esencia no puede hacer ninguna otra empresa de divisas virtuales. Eso ha convertido a esa empresa en uno de los destinos más confiables para los inversionistas sofisticados.
“Gemini es una casa de cambio poco valorada, una de las pocas casas de cambio en las que confío como depositario”, opinó Ari Paul, un socio administrador del fondo de cobertura de divisas virtuales BlockTower Capital.
Gemini se está expandiendo de sus viejas oficinas de 464 metros cuadrados a las nuevas instalaciones de 3251 metros cuadrados en el centro de Manhattan.
Esto no significa que Gemini o los Winklevoss hayan resuelto todos los problemas. Al igual que muchas otras casas de bolsa, Gemini ha luchado por mantenerse en línea ante la gran cantidad de clientes nuevos que han aparecido en semanas recientes.
Estos problemas de desarrollo son parte del motivo por el cual los hermanos dicen aferrarse al bitcoin. Ellos creen que aún falta mucho tiempo para que el público adopte las divisas virtuales.
Debido a que creen que el bitcoin está listo para remplazar al oro como una mercancía escasa, comentaron que podrían pensar en la posibilidad de vender cuando el valor de todos los bitcoins en circulación se acerque al valor de todo el oro del mundo, unos siete u ocho billones de dólares, en contraste con el valor de 310.000 millones de dólares que obtuvo recientemente la cantidad total de bitcoins.
No obstante, Tyler Winklevoss incluso cuestionó eso, tras señalar por qué cree que el bitcoin es mejor que el oro. “Es gracioso, pero no creo que vayamos a vender”, señaló. “El bitcoin es mejor que el oro: es un almacenamiento programable de dinero. Es posible que siga innovando”.